El estado de salud del papa Francisco (88), hospitalizado desde el pasado 14 de febrero en el Policlínico Gemelli mantiene en vilo y en oración al mundo.

Al mismo tiempo que en la Plaza San Pedro en Roma miles de fieles se unieron a rezar junto a los cardenales, en la tarde de este lunes, en la Plaza Constitución de Ciudad de Buenos Aires, el arzobispo Jorge García Cuerva presidió una misa para pedir por la salud del sumo pontífice.

Con la presencia de feligreses, comunidades, seminaristas, consagradas y obispos de distintas diócesis, se celebró la misa en el mismo lugar donde el entonces cardenal Jorge Bergoglio predicó.

En su homilía, tras la lectura del evangelio de San Marcos 9, 14-29, García Cuerva manifestó: “Tomando una vez más la imagen del Evangelio de hoy, pensaba que cuando dice para todos, también es para aquellos que, como el enfermo, crujen los dientes. Y quizá no echan espuma por la boca, pero si echan descalificaciones, mentiras, calumnias, de las que el Santo Padre ha sido víctima a lo largo de todos estos años“.

Luego, refiriéndose a Francisco señaló: “Le hemos querido enseñar casi de manera atrevida lo que significaba ser papa. Como si nosotros tuviéamos el manual para eso. Y sin embargo nos quiso, y sin embargo nos quiere, y sin embargo nos tiene en su corazón, eso es propio de un padre amoroso. Ese es Francisco, el papa de todos, pero que sabemos que en su corazón hay mucho de argentino y mucho de porteño“.

También, recordando su paso por la arquidiócesis añadió: “Justamente, quizá pensando en estos rostros concretos con los que tantas veces se cruzo Bergoglio en esta plaza y por las calles de Buenos Aires, es que desde el comienzo de su pontificado nos insistió y nos enseño que seamos una iglesia hospital de campaña. Una iglesia que reciba a los heridos de la vida. Una iglesia en la que se abrace con la ternura tanto dolor, sabiendo que muchos hermanos no viven como quieren sino como pueden. Y entonces, que nuestra iglesia con un rostro maternal abrace, abrace a los heridos de la vida, abrace a tantos excluidos, abrace a todos”.

Reflexionando sobre el pontificado, mencionó: “Leí algo muy lindo, que la presencia, la vida, el pontificado de Bergoglio, del papa Francisco, es una bocanada de aire puro, es una bocanada de oxígeno para un mundo asfixiado por la violencia, asfixiado por el egoísmo, asfixiado por la exclusión. Sera por eso que él ahora, que le falta un poco el oxígeno, necesita de nosotros. Que nuestra oración sea esa bocanada de aire puro que llegue a sus pulmones para que recupere su salud”.

Para concluir, expresó: “Querido Francisco, estamos con vos. Como aquel sordo mudo del Evangelio también nosotros queremos ponernos de pie y nos queremos tomar de la mano de María de Luján, de la que sabemos que sos tan devoto. Y te pedimos que no aflojes porque te necesitamos mucho. ¡Viva el Papa Francisco! ¡Viva el Papa Francisco!”.

En la noche de este lunes, la Oficina de Prensa de la Santa Sede difundió un nuevo boletín médico sobre la salud del papa Francisco.

Las condiciones clínicas del Santo Padre en su estado crítico muestran una ligera mejoría. Tampoco hoy se han producido episodios de crisis asmática respiratoria; algunas pruebas de laboratorio han mejorado. El seguimiento de la insuficiencia renal leve no es motivo de preocupación. La oxigenoterapia continúa, aunque con un flujo y un porcentaje de oxígeno ligeramente reducidos”, indicó el boletín.

Además, señaló que “los médicos, en vista de la complejidad del cuadro clínico, son prudentes y aún no dan a conocer el pronóstico. Por la mañana recibió la Eucaristía, y por la tarde reanudó su trabajo. Por la noche, llamó al párroco de Gaza para expresarle su cercanía paterna. El papa Francisco agradece a todo el pueblo de Dios que se ha reunido para rezar por su salud en estos días“.

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