Este lunes, La Opinión Austral dio a conocer detalles exclusivos de un insólito hecho ocurrido el 28 de julio del año pasado, cuando tres policías federales vestidos de civil pararon una camioneta Volkswagen Saveiro, le dijeron que su vehículo tenía una orden de secuestro y luego de revisarle el auto, le dijeron que los números estaban adulterados, dándole a entender que la camioneta era robada y, efectivamente, debían secuestrársela.

Posteriormente, en inmediaciones del Hospital Regional de Río Gallegos, los efectivos de la PFA buscaron testigos para que acreditaran que estaban llevando adelante el secuestro de un automotor y entre ellos aparece el obispo Jorge García Cuerva, que circunstancialmente pasaba por el lugar, tras lo cual le pidieron al dueño de la camioneta que se fuera caminando.

Sin embargo, todo fue un engaño perpetrado no por impostores, sino por tres jóvenes policías que vinieron a Santa Cruz a cumplir servicio en la delegación federal. Al día siguiente del operativo, su camioneta apareció abandonada en el barrio San Benito, en calle 5, entre 36 y 38.

El testigo “equivocado” y las pruebas claves

Al respecto, el obispo de la Diócesis de Santa Cruz y Tierra del Fuego contó a La Opinión Austral cómo fue la secuencia que le tocó vivir en ese falso operativo que tenía el objetivo hacerse con la camioneta.

“Esto fue el año pasado, en el mes de junio. Yo iba caminando como todos los días, me paran unos policías, me preguntan si tengo documentos, les digo que sí, me dicen que necesitan que salga de testigo. Hacen todo el operativo -que dura como una hora y media-, y a mi me resultaba demasiado familiar, por haber trabajado en barrios y todo, estas personas actuaban realmente como policías“, afirmó García Cuerva.

Cuando a la víctima, José S., le ‘secuestraron’ el auto, los policías le pidieron al obispo García Cuerva que saliera de testigo.

Sin embargo, al día siguiente una noticia en particular llamó la atención del obispo y lo alertó de lo que en verdad había sucedido.

Al otro día cuando veo en las noticias que este muchacho denunciaba que le robaron la camioneta y la describe, me di cuenta que era el operativo en el que me tomaron a mi como testigo, junto con un chico joven”, recordó el monseñor.

Inmediatamente, García Cuerva se comunicó con las autoridades para informar lo que había ocurrido. “Así que ahí lo llamé al ministro de Seguridad, Lisandro De la Torre y le avisé enseguida. Le dije que si ese era el operativo y era todo trucho que yo tenía todos los datos de esta gente, que incluso se dejó hasta fotografiar“, detalló.

“Ahí empezó la investigación. Tuvieron mala suerte de justo elegirme a mi como testigo, porque ni bien me dijeron que era trucho, enseguida hablé”, concluyó el obispo.

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