El presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, disertó un evento organizado el viernes por la filial en Houston del Instituto Argentino del Petróleo y el Gas (IAPG), donde señaló que “la misión central de YPF es crear rentabilidad para todos sus accionistas. Hago hincapié en esto porque las decisiones que tomó la empresa en el pasado no siempre fueron tomadas en esa dirección”.

Además, consideró que “el problema de YPF era de foco y dirección, pero no de staff, que es muy alto nivel. El valor de la acción de YPF vienen cayendo desde 2005. Si se compara esa evolución con la de otras petroleras durante las últimas dos décadas, queda claro que YPF no ha tenido un desempeño acorde con la calidad de sus activos. Tenemos que revertir esa situación realizando cambios extraordinarios en la gestión”, agregó Marín.

Además, según consignó el portal EconoJournal, respecto de la decisión de la compañía de retirarse de alrededor de 55 áreas convencionales, anticipó que el proceso se pondrá en marcha oficialmente en abril una vez que el banco contratado por la petrolera (la selección final de la entidad está prevista para esta semana), dé a conocer a los interesados el data room con toda la información de los bloques. “Mi visión es que de aquí a un año YPF debe ser la mejor empresa no convencional del mundo. Tenemos que ser la más rentable y la más eficiente de todas”, dijo.

“A finales de este año, luego del proceso de venta de gran parte de nuestro porfolio de áreas convencionales, el lifting cost de YPF se reducirá a la mitad y, con el paso de los años, seguirá reduciéndose”, agregó Marín.

Más producción

En ese contexto, el titular de YPF se mostró confiado que el proceso de venta de las áreas maduras permitirá el ingreso de nuevos actores a ese sector, en coincidencia con lo que fue, en su momento, el planteo del Gobierno de Santa Cruz que aspira a que petroleras nacionales o nuevas UTE’s de empresas pequeñas puedan hacerse cargo d de los campos “y recuperar producción”.

Conteste con esto, Horacio Marín puso de ejemplo lo que, en 2015, sucedió con la salida de Petrobras, que transfirió sus campos convencionales a empresas más pequeñas, más eficientes (entre ellas CGC). Así en esa áreas, afirmó “la producción de hidrocarburos se duplicó entre 2016 y 2024. En tanto que desde 2016, el precio de la acción de Petrobras creció significativamente“.

Por esa razón ratificó que “Queremos que el proceso de salida de los campos maduros sea rápido, muy rápido, nos gustaría tenerlo terminado para julio”.

Seguir en Chubut

En ese sentido, el secretario de Gobierno de Comodoro Rivadavia, Sergio Bohe, aseguró que en esa localidad YPF “se quedan, pero queremos discutir en qué condición”. Confirmó que habrá un encuentro entre el intendente Othar Macharashvili e YPF, aunque aún no hay fecha confirmada.

“Se viene trabajando algunos temas puntuales para una agenda común con YPF. La ciudad va a exigir, ya que la compañía va a sacrificar algunas áreas pero se queda, la discusión sobre cuáles son las condiciones en que se va a quedar y en qué va a contribuir al desarrollo de la ciudad. Es un tema central para nosotros”, aseguró en diálogo con Actualidad 2.0.

La referencia de Bohe es a la decisión, que resta aún confirmar en el ofrecimiento definitivo que hará la compañía sobre los bloques de los que se desprenderá, que tiene el propio Marín de quedarse con el control de Manantiales Behr en Chubut, traspasando los demás activos de esta provincia y también los de Santa Cruz.

Acuerdo a medias

Cabe recordar que mientras el sindicato de Petróleo, Gas Privado y Energías Renovables de Santa Cruz está en estado de alerta y movilización y rechazan la implementación de la “paz social”, y las autoridades provinciales piden una “transición responsable“, el gremio hermano de Chubut, conducido por Jorge Ávila acordó con la petrolera que los trabajadores de las áreas afectadas se vayan a sus casas “cobrando el 90% del salario“, según reconoció el propio líder sindical.

El plazo que maneja Avila es similar al que dio Marín, “serán 90 días, más un mes de espera” lo que lleva el tiempo hasta el mes de julio, tiempo en el que la petrolera espera dar por finalizado el proceso de traspaso.

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