Oriundo de San Carlos de Bolivar, el volante Ignacio Miramón es una de las revelaciones del fútbol argentino. Está cumpliendo el sueño mundialista de representar en la Selección Argentina durante el Mundial Sub-20 que comenzó este 20 de mayo.
Sus padres, hermano, entrenadores y su ciudad natal expresaron una gran emoción por ver al joven de 19 años cumplir su ilusión durante el partido ante Uzbekistán a donde ingresó a los 25 minutos del segundo tiempo. Jugó 18 minutos en donde tocó 15 veces la pelota y realizó 15 pases. Además recuperó dos veces la pelota y ganó dos duelos frente a un rival.
El abuelo paterno de Nacho, José María Miramón habló con La Opinión Austral desde el estadio de Santiago del Estero: “Esto que nos está pasando es muy especial, es un nene que comenzó de muy chiquito en la escuela de fútbol del tío”. Además nos contó que este deporte es una pasión heredada de generación en generación “yo hice la colimba en Río Gallegos y jugué contra Independiente de Buenos Aires en el 69 porque hicieron Selecciones de colimbas“, y agregó “después llegaron los hijos, su padre fue muy buen futbolista”.

A los tres años dio sus primeros pasitos con una pelota en el club Balonpié de Bolívar donde también jugó su padre: “tengo la imagen de estar en el vestuario, cuando yo era técnico y su papá era jugador, permanentemente entrando a la cancha cazando las pelotas”, contó Guillermo Panaro, instructor del club. Alejandro Cainzos, también entrenador, agregó: “Nacho tenía un tranco que sacaba una diferencia abismal, tiene muy buena pegada”.
El primero que confió en él fue nada más ni nada menos que Maradona. “El Diego” era DT de Gimnasia y en agosto de 2020 para la pretemporada sumó un juvenil: Ignacio Miramón. La familia de Nacho cuenta cómo fue el trayecto para llegar hasta acá. “Yo creo que nosotros vamos a caer cuando lo veamos en la cancha con la camiseta de Argentina” dijo Eugenia Castro, su mamá, y agregó “venimos de una familia muy futbolera, como que lo llevan en la sangre. No caminaba y ya pateaba la pelota”.

El papá, Emilio Miramón, contó que cuando Ignacio quedó en Junín “estuvo una semana o tres días y fuimos a buscarlo porque extrañaba y lloraba como loco. Después vino la posibilidad de Gimnasia“, y relató: “El día del clásico Gimnasia-Estudiantes fue el que más me emocioné. Hace una jugada contra el lateral y la gente empieza a cantar. Ese día sí lloramos, nos abrazamos, saltábamos”. Su hermano Bernardo, de pocas palabras, confesó que verlo jugar lo emociona mucho.
“Cuando llegó la situación para la Selección Argentina me largué a llorar y fui hasta la peluquería a buscar a su mamá, estacioné en la vereda y bajé el vidrio para avisarle”, contó el papá, emocionado hasta las lágrimas. “Se me pasó por la cabeza el esfuerzo que hizo, la gente de acá esta enloquecida por un pibe de Bolivar que va a jugar el mundial”, agregó. Su mamá recordó entre risas: “Cuando baja el vidrio tenia los ojos rojos hinchadisimos, le temblaba teléfono y yo le decía ¡qué te pasa Emilio!. No ha sido fácil, la verdad”.
Antonio Piergüidi, ex jugador de Gimnasia, nunca dudó de la capacidad de Nacho para triunfar en su pasión por el fútbol: “Siempre lo venían a buscar de clubes de AFA. Cuando se dio hablamos con Guille, su tío y formador, lo subimos a un auto y nos fuimos a La Plata. Al tercer día nos dijeron que se tenía que quedar porque iban lo iban a fichar”, contó. “Lo que le ha pasado a Nacho en los últimos cuatro meses para nosotros es una locura. Estaba jugando en reserva, siendo alternativa. De golpe pasó a jugar en primera división, ganar un clásico, toda la prensa del país hablando de él y que lo convoquen a un mundial”, agregó.

El entrenador Guillermo Panaro dió su punto de vista sobre la razón por la cual los hinchas de los clubes donde ha jugado Nacho lo alientan con entusiasmo: “Me parece que la repercusión que ha tenido es porque la gente ve que él lucha con el mejor equipo de Brasil o contra el de la Copa Argentina”. Y cerró con un mensaje para los clubes que reciben niños con grandes ilusiones: “Hay que mostrarle a los nenes que se puede, que uno tiene que soñar, atreverse a soñarlo es la única forma de cumplir algo”.
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