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El dólar minorista cerró este viernes en $1515 en el Banco Nación, $20 más que en la jornada anterior (+1,3%), un récord absoluto. En el resto de las entidades, el promedio se ubicó en $1520,83, con operaciones que llegaron a $1525. El dólar tarjeta, con impuestos incluidos, trepó a $1969,50.
En el mercado mayorista, la divisa finalizó en $1474,74, apenas $0,51 por encima de la rueda previa, aunque esa leve variación obligó al Banco Central a desprenderse de USD 678 millones para defender el techo de la banda cambiaria.
Intervención récord y drenaje de reservas
La magnitud de la intervención sorprendió a los operadores. El miércoles la autoridad monetaria vendió USD 53 millones, el jueves USD 379 millones y este viernes el volumen se duplicó hasta alcanzar los USD 678 millones. En apenas tres días, el BCRA sacrificó USD 1100 millones.
Se trató de la mayor venta en un solo día de los últimos seis años. El volumen total operado en el mercado mayorista llegó a los USD 842 millones, lo que refleja que la oferta provino casi por completo del Central.
Reacción del mercado financiero
Mientras el oficial escalaba, los tipos de cambio financieros mostraron retrocesos. El dólar MEP bajó a $1522,88 (-0,8%) y el contado con liquidación descendió a $1543,03 (-1,3%). La brecha con el mayorista volvió a rondar el 4,6%. En el circuito paralelo, el blue cerró en $1515, cinco pesos menos que en la jornada previa.
Los bonos soberanos profundizaron su caída: los Bonares retrocedieron 2,89% y los Globales 1,52%. Como consecuencia, el riesgo país se disparó a 1516 puntos básicos, un salto de 60 unidades (+4,12%). Es el nivel más alto en trece meses y el segundo mayor de la región, solo superado por Venezuela.
Mensaje oficial y señales al mercado
Este jueves, en el canal de streaming Carajo, el ministro de Economía, Luis Caputo, reafirmó que el Gobierno no se moverá del programa: “Vamos a vender hasta el último dólar en el techo de la banda”. También adelantó que en las próximas semanas se informarán los pagos correspondientes a los vencimientos de deuda de enero y julio de 2026.
Con esta postura, el Ejecutivo intenta consolidar la idea de que no habrá devaluación fuera de los límites ya definidos. Sin embargo, la dinámica genera preocupación en los inversores, que empiezan a preguntarse cuánto tiempo podrá resistirse un drenaje de reservas de tal magnitud.
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