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Por Jorge Cicuttin
A la espera del mensaje que el presidente Javier Milei dará por cadena nacional al cumplirse un año de su mandato, ya se anticipan algunos de los logros que va a destacar en su relato triunfal. La baja de la inflación, el control del dólar y el achique del Estado serán los puntos destacables de su “ajuste más grande de la historia”. Repetirá muy posiblemente que de aquí en adelante “sólo habrá buenas noticias”, ya que la recesión ha tocado un piso y ahora comienza la etapa de reactivación. El año 2025 -justo el electoral-, será el momento en que se verán los frutos de ese ajuste histórico.
Esa es la Argentina que mostrará Milei.
Claro que hay otro costado de ese ajuste récord. Y que tiene que ver con el empleo. No solo con el público, marcado por despidos en el Estado y contratos sin renovar, sino en el privado. Según varios informes, que la recesión haya terminado no se está notando en el empleo.
Según un trabajo, desde el inicio del gobierno libertario, en diciembre de 2023, se perdieron 126.050 puestos de trabajo, de los cuales 40.000 pertenecen al sector manufacturero y se cerraron 2.333 empresas, 1.000 de ellas productoras de manufacturas y en su mayoría PYMES. La información surge de un relevamiento realizado por la Confederación de Sindicatos Industriales de la República Argentina (CSIRA) que engloba a 1.660.000 trabajadores, y está basada en datos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT).
Algunos de los alarmantes números que surgen de este último trabajo y que seguramente no estarán en el discurso presidencial:
-Para el 90% de los representantes gremiales del sector industrial, la situación de la actividad empeoró en lo que va del año.
-El 70% consigna una caída en las ventas y solo 3,8% afirma que mejoraron.
-La producción sigue el mismo comportamiento decreciente: casi el 80% de los referentes gremiales señalan que hubo una caída en la actividad y más del 60% informan que esto se refleja en menos horas de trabajo.
-Para el 92%, el uso de la capacidad instalada en las fábricas sigue mal o empeoró con el actual Gobierno.
-En el 60% de los sindicatos que nuclea CSIRA hubo despidos en el último trimestre y un tercio dan cuenta de problemas por parte de las empresas para afrontar pagos de salarios.
-El 82% de los gremios relevados señala que hubo recorte de horas extras en su rubro y el 72% habla de suspensiones, licencias y adelanto de vacaciones para un porcentaje de los trabajadores.
-En cuanto a las paritarias, el 80% de los referentes marcan que los aumentos se negocian pero se homologan y pagan tardíamente.
-De cara al próximo trimestre, solo el 7% de los representantes de gremios industriales tiene la expectativa de que el panorama mejore; para el 93% restante la situación será peor o igual que hasta el momento.
Un ejemplo de qué se habla cuando se habla de reactivación en las ventas y cómo repercute en el empleo es lo que pasa con la industria automotriz, que es usada por el oficialismo para remarcar el comienzo de mejores tiempos, pero que tiene sus puntos oscuros.
Ocurre que si bien las ventas de autos 0 kilómetro tienden a recuperarse, lo hace con una participación creciente de unidades del exterior, mientras que las fábricas locales achicaron sus planteles de personal y también aumentan la oferta con vehículos importados.
Según datos oficiales, las ventas de vehículos importados en el mercado interno volvieron a superar a las unidades de producción nacional.
Hoy está todo liberado y muchas unidades importadas esperan en sus containers en la Aduana. La demanda insatisfecha por un sector pudiente de la población durante el gobierno de Alberto Fernández, con dólares muy controlados para la importación de automóviles de lujo, ahora se ve beneficiada y eso marca el aumento en las ventas de las concesionarias.
La que sufre es la industria nacional. Así lo registraron los gremios en las provincias de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires, donde están radicadas las fábricas de la cadena automotriz y autopartista.
La industria automotriz en su conjunto terminará 2024 con caída de producción. Hasta octubre, último dato conocido, la baja es del 19,8 por ciento.
De cara a los meses de verano, también se anticipa que el empleo en el sector turístico, gastronómico y hotelero sufrirá por una fuerte salida de argentinos hacia el exterior, con especial interés en Brasil y Uruguay. La última devaluación del real en tierra brasileña aumenta el temor a una estampida de argentinos que se llevarán sus dólares al exterior. En el Gobierno no quieren hablar mucho del tema, pero reconocen que la salida de dólares por turismo podría ser de entre 3.000 y 4.000 millones de dólares.
El problema no afectará solamente las arcas del Banco Central, sino a miles de trabajadores del sector.
El del empleo es uno de los puntos que deberían estar en rojo en el panorama que brindará Javier Milei este 10 de diciembre. ¿Lo hará?
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