La mujer de 89 años que estuvo al borde de ser cremada viva en la provincia de Chaco el último fin de semana, finalmente murió después de tres días de agonía en una clínica privada.

 

La noticia fue confirmada por la Policía provincial, y complica aún más la historia que involucra a un sanatorio privado de la ciudad de Resistencia.

 

En este centro médico, la mujer había sido internada el fin de semana por una falla biliar, y al constatar la gravedad del cuadro, los médicos decidieron dejarla en el área de terapia intensiva. Al día siguiente, su hija de 54 años recibió la noticia de que su mamá había fallecido debido a un paro cardiorrespiratorio.

 

Frente al duro momento, la familia decidió realizar una cremación, en lugar de enterrar el cuerpo en el cementerio. La hija organizó el último adiós a la señora, cuyo velatorio fue limitado por la pandemia de Covid-19.

 

Pero, minutos antes de meter el cajón en el horno crematorio, mientras la hija le daba el último adiós a su madre, al besar el vidrio sellado que separaba el cadáver de los familiares la hija notó que el barbijo se le movía. Incluso, notó que la señora había abierto los ojos y la estaba mirando.

 

La mujer fue rescatada justo antes de ser cremada en vida, y fue trasladada con suma urgencia a una nueva clínica privada.

 

Luego del insólito y angustiante situación, la hija denunció judicialmente al Sanatorio de la Sagrada Familia en la Comisaría 1ª de Resistencia. Se podría tratar de un caso de desidia o falta de rigurosidad médica, ya que en a actualidad se cuentan con dispositivios de tecnología muy avanzados para poder confirmar el fallecimiento de una persona.

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