El Ministerio del Interior buscará apoyo político para materializar un proyecto de gestión nacional de los recursos hídricos, una iniciativa que aún no tiene consenso por parte de los gobernadores y cuyo principal escollo es el conflicto entre La Pampa y Mendoza.

La novedad la dio el titular de la cartera política, Eduardo “Wado” de Pedro, durante un encuentro en la planta central de filtrado Eshkol de la empresa pública Mekorot, al norte de Tel Aviv, una instalación única de su tipo en Israel y la cuarta más grande del mundo. La planta filtra agua desde el lago Kineret, en el Mar de Galilea.

“La idea es generar una mesa de gobernadores y consensuar las soluciones”, dijo De Pedro en declaraciones al enviado especial de La Opinión Austral y Grupo Crónica.

El ministro De Pedro encabeza la delegación que viajó a Israel.

El proyecto que mencionó De Pedro comenzó a trabajarse hace mas de un año, sobre la base de las experiencias de gestión del agua de Israel, Australia y Estados Unidos, pero aún no cuenta con el consenso de los mandatarios provinciales.

En diálogo con Grupo Crónica, distintos gobernadores reconocieron que al proyecto aún le falta mucho recorrido y que es una idea incipiente cuyo texto aún no conocen en detalle.

La otra dificultad para llegar a un acuerdo global es el conflicto que mantienen La Pampa y Mendoza por el aprovechamiento del Río Atuel.

La comitiva durante el recorrido de la planta de filtrado Eshkol, al norte de Israel.

Mendoza redirigió el brazo principal del Río Atuel a principios del siglo XX, sin considerar los intereses aguas abajo, precisamente en la vecina provincia de La Pampa. Años más tarde, la provincia cuyana hizo lo mismo con el brazo Butaló, provocando que el agua no llegue adecuadamente.

“Terminemos con las discusiones políticas y comencemos con las reuniones técnicas”, instó Wado de Pedro.

La “hidropolítica”

Pero la misión para el manejo del agua pasó hoy de lo técnico a lo político con la propuesta que el ministro del Interior lanzó en plena presentación de la gestión de la planta de filtrado Eshkol que estuvo a cargo de Diego Berger, coordinador de Proyectos Internacionales de Mekorot.

“Hay que hablar de hidropolítica para solucionar los problemas”, dijo Berger, un especialista que explicó que en Israel “hay un sólo administrador de gestión del agua”, el Estado, y dijo que el país logró el desarrollo actual de los recursos hídricos “gracias a la escasez” que los impulsó a ser más eficientes.

Lo escucharon en primera fila el ministro del Interior y el vicejefe de Gabinete, Jorge Neme, y los gobernadores de Formosa, Gildo Insfrán; de Santa Cruz, Alicia Kirchner; de San Juan, Sergio Uñac; y de Entre Ríos, Gustavo Bordet.

De Pedro junto a los mandatarios provinciales.

En la segunda estuvieron el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, que tomó mate amargo durante la presentación, y los mandatario de Catamarca, Raúl Jalil -que se interesó por la aplicación del sistema de riegos en fincas productivas-, y de Río Negro, Arabela Carreras.

El gobernador de Mendoza, Rodolfo Suárez, quiso saber sobre la estructura de costos de la instalación de medidores en la empresa israelí. Berger contestó que los medidores ya están instalados en Israel y fue concluyente en cuando a la política de cobro de este recurso: “Lo que no puede ser medido, no puede ser gestionado”.

El especialista explicó los pilares de la política del precio del agua en Israel: es uniforme en todo el país, tanto para uso doméstico y agrícola; todos los costos se dividen por la cantidad de agua que es abastecida y el 30% de la factura se destina al desarrollo de los proyectos futuros del sector.

El resto de los funcionarios y mandatarios también participaron de la exposición de Berger y luego se dirigieron a un almuerzo en un restaurante donde la comitiva comió carne 100% argentina: asado con puré, salchichas parrilleras muy picantes y ensalada mixta.

Algunos acompañaron el asado con limonada y otros se animaron a tomar algunas copas de vino malbec chileno.

La agenda cerró en la sede de Watergen, empresa que extrae agua potable del aire. Hacia las 16, funcionarios y gobernadores se sentaron en la mesa oval de una de las oficinas del segundo piso de la compañía y escucharon una presentación sobre la maquinaria que puede “exprimir” hasta 7.000 litros diarios de agua apta para el consumo humano.

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