A las 17 venció el plazo para que el expresidente de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva, condenado por un caso de corrupción, se entregue a la policía federal. El exmandatario se encuentra en la sede del Sindicato de Metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo, San Pablo, desde anoche. En estos momentos, continúa negociando su entrega con la policía.

“No habrá resistencia, pero él (Lula) no irá al matadero de cabeza baja por libre y espontánea voluntad”, dijo uno de los abogados del expresidente, José Roberto Batochio.

Según pudo saber LA NACION, se habría negociado que Lula vaya desde San Pablo hasta Curitiba en un avión privado fletado, para evitar la imagen de él en un jet de la policía federal, como ha ocurrido con otros detenidos por la operación Lava Jato.

El exdirigente Luiz Marinho, del Partido de los Trabajadores, había anunciado que Lula ofrecería un discurso a las 16, desde la sede del sindicato. Pero no sucedió así. Fuentes cercanas al expresidente indicaron, sin embargo, que Lula hablaría los próximos minutos.

Ayer, el juez federal Sergio Moro ordenó al expresidente que se entregue en Curitiba y le dio plazo hasta las 17 de hoy. La orden de arresto fue dictada después de que el Supremo Tribunal Federal (STF máxima instancia judicial de Brasil, negara un recurso de habeas corpus presentado por la defensa del exmandatario para evitar su arresto. Hoy, el Supremo Tribunal Federal (STF) negó otro habeas corpus que había presentado esta mañana la defensa de Lula.

Lula fue sentenciado a cumplir una pena de prisión de 12 años y un mes por corrupción, en el marco de la investigación Lava Jato. Fue condenado por recibir de la constructora OAS un departamenteo tríplex en el litoral paulista, como soborno, para favorecer a esa empresa con contratos con la petrolera estatal Petrobras.

Lula se mantiene atrincherado desde anoche en la sede del sindicato de metalúrgicos de Sao Paulo, rodeado de simpatizantes y acompañado por colaboradores que han señalado que el exmandatario, favorito para las elecciones de octubre, resistirá la orden de detención.

En caso de que Lula no se entregue voluntariamente a la policía federal, Lula perdería el beneficio de quedar detenido en una sala-celda especial, advirtieron hoy fuentes judiciales.

La policía federal de Curitiba transformó una de sus salas en una celda especial para recibir al expresidente. La sala-celda está ubicada en el cuarto piso de la Superintendencia de la Policía Federal en Curitiba. Es de 15 metros cuadrados, posee una cama simple y una mesa, además de un baño privado.

Según pudo confirmar LA NACION, la dirigencia del partido de Lula -Partido de los Trabajadores (PT)- está dividida entre quienes le recomiendan que se entregue para evitar disturbios, y quienes proponen la resistencia, para montar una “escena para la Historia” que refuerce la idea de que se trata de una persecución política, y aumente el ya gran capital político que Lula posee de cara a los próximos comicios.

Fuente: La Nacion

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