El actor y humorista Carlitos Balá, de 97 años, falleció tras haber sido internado anoche en el Sanatorio Güemes, luego de sufrir una descompensación.
En las últimas horas del jueves, Carlos Salim Balaá Boglich, debió ser internado de urgencia en el Sanatorio Güemes, ubicado en el barrio de Palermo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Tras sentirse “muy mal” durante el día, su familia decidió llevarlo para asegurar su bienestar. El icónico humorista infantil debió ser llevado de manera urgente y se encontraba con “pronóstico es reservado”.
Finalmente, el querido actor partió ayer a las 21.30 según lo confirmó su nieta Laura Gelfi.
“Estamos devastados pero unidos y así se fue él, con la familia unida y mucho amor”, dijo con tristeza la joven a Infobae sobre la partida de su abuelo.
Carlitos Balá, el adiós a un ícono nacional
Carlitos Balá es una de las figuras más queridas gracias a su labor para la televisión infantil. Si bien realizó varias películas y programas como Balamicina, en canal 9 en el año 1963, y más tarde El soldado Balá y El flequillo de Balá por la pantalla de El Trece, el animador es reconocido por su ciclo El Show de Carlitos Balá, donde se ganó el aprecio de grandes y chicos. Además, fue en este último donde popularizó frases como “Qué gusto tiene la sal”; “Más rápido que un bombero” o “za,za,za”.
Tan solo unas semanas atrás, el 13 de agosto, Carlitos Balá festejó su cumpleaños número 97 y decidió compartir un video a través de su cuenta personal de Instagram a modo de agradecimiento a sus fanáticos por todos los saludos que recibió por su día. “Gracias a todos por los mensajes…. eaa eaa pepe… ¡Los quiero mucho!”, decía el icónico animador infantil en el posteo, el cual recibió una gran cantidad de comentarios llenos de cariño y admiración por su gran contribución en la infancia de muchos.
El comediante que se ganó la admiración de varias generaciones
Carlitos Balá había sido homenajeado en 2017 en la Cámara de Diputados de la Nación por su “trayectoria artística y su aporte a la cultura popular”. El mismo año en que fue homenajeado en el Congreso de la Nación, el 2017, Balá recibió también el diploma de Ciudadano Ilustre en un homenaje que se le realizó en la Legislatura porteña.
A principios de ese mismo año había recibido también una Mención de Honor en los premios Estrella de Mar, en tanto en 2016 lo homenajearon en los premios Gardel, y fue declarado “Embajador de Paz” en el Vaticano.
“Ya van cuatro generaciones que me siguen, contando ésta de Panam. Hay que entenderlos. Tienen otros chiches, pero siguen siendo chicos. No tengo tiempo para estar triste, tengo alegrías que me eclipsan. Y hago reír todo el día. En los aviones me pongo a bailar con las azafatas. La fórmula es recibir cariño. Yo soy de espíritu joven. El cariño te rejuvenece. Todo el mundo debería recibir cariño, pero está el poder adelante y nadie la quiere entender. Yo tengo cerca el cementerio de la Recoleta y digo: ‘Así terminamos todos’“, había asegurado Carlitos Balá antes del homenaje que le hicieron, en 2017, en la Cámara de Diputados.
Leé más notas de La Opinión Austral
Compartir esta noticia