“No puedo elegir bien las palabras en este momento. Hablo, escribo y todavía no lo creo”, lamentó la hija de Omar Moreno Palacios, Rocío, en el texto en el que precisó que el deceso se produjo cerca de la medianoche e invitó a participar del velorio, que se llevará a cabo entre las 13 y las 15 de hoy, en Cerrito 1.990, en la localidad bonaerense de Temperley, en donde residía desde hacía varios años.

 

En tal sentido, remarcó que “él no quería nada. Ni despidos, ni llantos, ni que lo estén mirando, solo quería estar escuchando milongas” y añadió que “todo aquel que quiera y pueda pasar a lo que quiera, despedirse, llorar, hablar, pasar o tocarse un tema, será bienvenido”.

 

Con una larga trayectoria, que incluye la creación de clásicos como “Sencillito y de alpargatas”, aclamada en festivales europeos y considerada una especie de himno del folclore característico del sur bonaerense, Moreno Palacios se posicionó como uno de los referentes indiscutidos de este estilo, junto a otros grandes como José Larralde y Argentino Luna.

 

Pero además tuvo una ardua labor como difusor de ese estilo a través de diversos programas radiales, como el caso del legendario ciclo “La Posta”, que pasó por varias emisoras hasta que en 2017 recaló en Radio Nacional.

 

Nacido en Chascomús, “El Gaucho”, como se lo conocía popularmente, tuvo un temprano debut en la música, a los ocho años, y mantuvo una intensa actividad en la región hasta los 18 años, cuando se radicó en Uruguay, tierra natal de sus abuelos.

Allí tuvo su primera gran exposición en los medios a partir de su participación en la popular Radio Carve, en donde se codeó con figuras como Sabina Olmos y Charlo, y en Radio El Espectador, en donde trabajaba como locutor un joven Alfredo Zitarrosa.

 

En la década del `60 regresó a la Argentina e inició una notable carrera con actuaciones en los principales escenarios del país, junto a figuras como Los Chalchaleros, Los Hermanos Ábalos, Raúl Barboza y Julia Elena Dávalos, entre otras.

 

En ese contexto, comenzaron a sonar sus obras más reconocidas entre las que destacan “La paloma indiana”, “Huella sin huella”, “Provincia de Buenos Aires”, “Te dije la verdad”, “Trovador surero” y “Buen rumbo”, entre tantas.

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