Para el letrado de la cuidadora, el Diez presentó alteraciones importantes en la frecuencia cardíaca durante los días previos a su fallecimiento. “Por los chequeos que le realizaba el enfermero del turno noche, Maradona llegó a tener 115 pulsaciones por minuto de frecuencia cardíaca. El día anterior al fallecimiento tenía 109 pulsaciones y todos sabemos que un paciente con problemas coronarios no puede superar las 80 pulsaciones por minuto”.

 

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“Entonces, el cuerpo de Maradona iba avisando que había problemas con su frecuencia cardíaca y no fue asistido ni siquiera con una de esas pastillas que toman los pacientes coronarios para mantener la frecuencia en 80 (…) Nadie tomó nota de los avisos que iba dando el corazón de Maradona”, continuó.

 

 

“Ustedes saben que Maradona se cayó el miércoles anterior a su fallecimiento. Se cayó y se golpeó. Tampoco lo llevaron a un hospital a hacerse una resonancia o una tomografía. Nadie lo llevó a ningún lado”.

 

“En ese momento, cuando él se cae, lo levantan. No fue mayor el golpe, pero sí tuvo una caída. El decía que se había golpeado el lado derecho, el contrario a la operación. Fue levantado y Maradona siguió con su vida habitual”, concluyó.

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