En términos zoológicos, cuando se menciona a un “pato rengo” se hace referencia a ese animal que por su problema físico no puede seguir el ritmo de la bandada y se convierte en un objetivo para los depredadores.
Pero la figura del “pato rengo” es utilizada políticamente en los Estados Unidos para referirse al presidente que aproximándose al final de su cargo pierde poder y el interés de sus votantes, quienes concentran su atención en quien puede sucederlo.
Patricia Bullrich, “Pato” en confianza, es la candidata triunfante en la interna de Juntos por el Cambio. Derrotó con claridad a quien hasta un año atrás se veía claramente ganador, Horacio Rodríguez Larreta. Pero fue un triunfo amargo. Pato sacó solamente un 17% de los votos. Muy poco para alguien que quiere ser la próxima presidenta. Quedó atrás de sus otros competidores: Javier Milei y Sergio Massa.
Los 17 puntos que sacó convirtieron a “Pato presidente” -con “e” como le cantaron en el bunker- en un “Pato rengo”. Muy poco. Lo que la obliga a replantear su campaña, su estrategia y sus relaciones internas en la que hasta las PASO era la principal fuerza opositora. Hoy es Milei.
Bullrich se siente sola. Mauricio Macri, su gran apoyo, coquetea con Milei. Larreta puede apoyarla en público pero hay dudas sobre cómo actuarán quienes lo votaron. Y los radicales, algo habitual, están desorientados ante el fenómeno Milei.
“Yo soy el único cambio”, gritó Milei en el Consejo de las Américas. Cuando habló Bullrich pareció confirmar eso.

FOTO: Hernán Nersesian.
El equipo estratégico del PRO que está detrás de la candidatura de Patricia Bullrich trata de diseñar una estrategia para enfrentar al libertario en octubre. ¿Pato debe endurecer su discurso para pelearle el voto a Milei o mostrarse más “racional”? ¿Hay que mostrar al ganador en las PASO como a un loco que plantea cosas imposibles o abrazar su plan y darle un toque de racionalidad?
Por lo pronto Bullrich y su equipo tiene que aglutinar a la tropa amarilla. Por eso se fotografió con gobernadores, legisladores, funcionarios y dirigentes de Juntos por el Cambio. La foto está, pero también las dudas.
Bullrich se muestra decidida y clara cuando habla de seguridad, lucha contra el narcotráfico y la dureza en los fallos judiciales. Pero cuando habla de economía muestra huecos. Ahí le gana claramente Milei.
Es por eso que este martes se encontrará con quien, esperan fervientemente, sea su as de espadas: Carlos Melconian. Creen que la posibilidad de que el economista sea designado ministro de Economía si Juntos por el Cambio llega a la Casa Rosada les dará una ventaja.

Carlos Melconian, economista de Juntos por el Cambio.
Melconian podría convertirse en el vocero de Patricia en cuanto a los cambios económicos que se vienen. Podrá ir a los medios y discutir de igual a igual con Milei. Por lo pronto días atrás dialogó casi dos horas con Rodrigo Valdés, a cargo de la negociación del Fondo Monetario Internacional (FMI) con la Argentina, y le explicó el programa económico que implementaría JxC si triunfa en las elecciones.
Este economista, fanático de Racing, mantiene una diferencia fundamental con Milei. “La dolarización es como que te inviten a comer fideos con tuco y que no haya fideos, que serían los dólares. Tenés tres cacerolas de tuco, que son los pasivos del Banco Central, y no hay fideos. No se puede dolarizar, ni siquiera es ideológico“, comentó Melconian.
Esta será una diferencia importante en la campaña que se viene. No a la dolarización pero sí al bimonetarismo, independencia del Banco Central -no su desaparición-, salida rápida del cepo cambiario, cambios en la legislación laboral -en esto coinciden-, reducción de las retenciones a las exportaciones agropecuarias y eliminación urgente del déficit de las empresas públicas.
No romper todo, sino asegurarse un “cambio duradero” frente al caos que plantea Milei. La presencia de Melconian ayudará a marcar eso en la economía futura.
Si bien están cuestionadas y no vieron el brutal crecimiento de Milei, las encuestas siguen siendo un imán para los candidatos. Y allí aparece un dato muy preocupante para Bullrich: todas las que se han hecho en los días posteriores a las PASO ven un balotaje entre Milei y Massa, con Patricia en un cómodo tercer lugar.
Ahí es donde Pato aparece rengueando. No solo tiene que pelearle el electorado de derecha a Milei sino que no puede descuidar al candidato oficialista, que tendrá un crecimiento en los votos según acuerdan los distintos analistas.
La campaña que tiene en el futuro Bullrich se ve muy difícil. ¿Sirve seguir siendo un halcón? ¿No se convertirá en una segunda marca de Milei, como dijo el propio líder libertario? ¿Mostrándose más calma y “racional” gana o pierde votos? Son todas preguntas que le quitan el sueño a quienes deben diagramar la campaña de la candidata.
Dicen que en la última reunión de JxC, Patricia los arengó señalando: “No seamos boludos, no le regalemos el triunfo a Milei porque si gana se va en unos meses y vuelve el peronismo”. Singular arenga. Dura pelea por delante.
Y para concluir, otra duda que ronda las cabezas de los estrategas de campaña: ¿Si le da mucho poder a Melconian, éste no se convertirá en el Domingo Cavallo de Carlos Menem y pondrá a Pato en un segundo plano?
Lo dicho, dura pelea por delante. Y no queda mucho tiempo.
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