El impresionante robo esconde una historia de película. En 1991, tras la caída de la Unión Soviética, el “Kronomether“, un imponente barco de 100 metros de eslora, quedó varado en la costa de Mar del Plata y pasó dos décadas amarrado a un muelle.

 

Seis años atrás, con la idea de crear un arrecife artificial, las autoridades del consorcio portuario determinaron el hundimiento programado en la zona de La Restinga. Poco después, tres productores de cerveza de “La Feliz“, se enteraron de lo sucedido y planearon llevar a cabo una proyecto que ya se había realizado en varios países del mundo, pero nunca en la Argentina: hundir barricas y macerar sus cervezas en el fondo del mar.

El objetivo de los emprendedores era mejorar la calidad del producto y venderlo para donar lo recaudado al Museo “Lorenzo Scaglia”. Para lograrlo, se contactaron con una escuela de buceo y en noviembre del año pasado hundieron cientos de litros de cerveza a 20 metros de profundidad, a 3 millas náuticas del puerto de Mar del Plata.

 

El tiempo pasó y, tal como habían planeado, los productores llegaron al lugar para cumplir su objetivo. Sin embargo, se llevaron una increíble sorpresa: las cervezas no estaban, alguien las había robado.  Por más inverosímil que resulte, los delincuentes navegaron las distancia entre la costa y La Restinga para luego bucear hasta los lechos del barco ruso y sacar las pesadas barricas.

 

Los especialistas descartan que se hayan abierto las jaulas ya que se encontraban perfectamente enzunchadas con 600 litros, un peso difícil de mover. La principal hipótesis es un robo pirata en el fondo del océano.

 

 

 

“No se puede tomar esa bebida directamente de las barricas. Hay que mezclarla con otra que tenemos en tanques acá en tierra, gasificarla, y demás. Por ahí no se las robaron las barricas pero sí las quisieron extraer del agua pensando que eran otra cosa y después las dejaron sueltas y ahí la marea se las llevó”, explicó Juan Pablo.

 

“Todos coinciden en que fue algo intencional. No lo sabemos, pero sí es evidente que alguien estuvo ahí y las soltó intencionalmente. Desconocemos con qué fin, pero ya hicimos la denuncia. Quizás si se las llevó la corriente marítima aparecen flotando por ahí en los próximos días”, agregó.

 

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