En las últimas horas, el órgano que establece las reglas en el rugby argentino comunicó el nuevo reglamento y generó controversia de entrada. La actividad regresará, pero con importantes cambios que apuntan a modificar el espíritu de la disciplina.

 

En el afán de evitar contagios, el Área de Competencia y Desarrollo UAR modificó el reglamento y de aquí en adelante, todas las divisiones desde menores de 15 años hasta el plantel superior no podrán realizar el scrum tal como se hacía hasta el momento. Se formarán los jugadores, pero no presentarán resistencia física, sólo mantendrán tensión muscular. En otras palabras, no habrá empuje para disputar la pelota.

 

 

El punto 1 establece que “antes de introducir la pelota, lo que se hará según lo indica el reglamento, se deberá lograr: A. Los tres tiempos indicados para el enganche. B. Los jugadores deberán estar en posición de empuje. C. El scrum deberá estar estable”.

 

En punto 2, referido a “durante la introducción”, se indica que “ambos equipos deberán realizar un ejercicio isométrico, que implica una tensión muscular pero que no generan movimiento de contracción y extensión de los músculos, es decir que no hay empuje pero deben activar los músculos mientras mantienen una postura correcta (A). El equipo que introduce la pelota debe hookearla. En caso de que no lo hiciera el juego se reanudará con un free kick a favor del equipo que no introdujo la pelota. No se podrá pedir scrum como opción (B)”.

 

Punto 3: “La pelota debe jugarse fuera del scrum, una vez disponible, antes de los cincos segundos. En caso de que no se jugará en ese tiempo el juego se reanudará con free kick a favor del equipo que no introdujo la pelota. No se podrá pedir scrum como opción (A). No habrá reseteos de scrum. En caso de que se produjera el juego se reanudará con free kick a favor del equipo que introdujo la pelota. Ese free kick no se podrá jugar hasta que el equipo defensor tenga un tiempo razonable para posicionarse. No se podrá pedir scrum como opción (B)”.

 

En otro orden, también prohibieron la utilización de vestuarios por lo que los equipos deberán llegar a la cancha ya cambiados, listos para jugar. No habrá público en los encuentros y desde ya queda descartado el clásico tercer tiempo.

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