La Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) de la Ciudad de Buenos Aires paralizó este miércoles el servicio de todas las líneas del subterráneo porteño durante tres horas en una nueva jornada de protesta para exigir un “plan integral” de retiro de asbesto, un componente cancerígeno que forma parte de las piezas ferroviarias y por el cual los trabajadores reclaman menos horas laborales.

Luego de que la empresa Emova decidiera aplicar descuentos salariales por medidas de protesta anteriores y ante el continuado pedido de trabajar en mejores condiciones de salud, la AGTSyP organizó un cese de actividades en las líneas A,B,C,D, E y H, incluyendo el Premetro.

Desde la empresa emitieron un comunicado en la que resaltaron las medidas que han llevado adelante para controlar la calidad de aire respecto al asbesto o amianto. Según explicaron se realizaron 2.500 mediciones “en todas las áreas de trabajo del subte, arrojan resultados considerados adecuados para la salud”.

Los “metrodelegados”, sin embargo, exigen que se baje la jornada de 36 a 30 horas por semana para disminuir el riesgo de inhalar la sustancia.

Qué es el asbesto y cómo afecta a la salud

El asbesto, también conocido como amianto, es un mineral completamente natural y puede tener una textura esponjosa. Debido a sus múltiples propiedades, como la resistencia al calor, los asidos y la fricción, fue usado en varios materiales de construcción, como techos y azulejos, entre las décadas de 1940 y 1970.

Las compañías antiguas solían entusiasmarse con las cualidades ignífugas y a prueba de pudrición del asbesto, y lo comercializaban como un material milagroso. Por ello, puede encontrarse en la construcción de motores, trenes, barcos y material anti llamas.

Sin embargo, quienes lo promocionaban no tenían idea de los efectos nocivos que esto podría causar a las personas que lo manipulaban.

Si se encuentra en el aire, el asbesto puede entrar en los pulmones y permanecer durante un tiempo extenso

Algunas de sus características son:

  • Las fibras de asbesto son pequeñas para verlas a simple vista y no se disuelven en agua ni se evaporan ya que son resistentes al fuego y a la degradación biológica o química. Estas pequeñas fibras tampoco se pueden ver ni oler, por lo que ni siquiera sabrás si las estás inhalando.
  • Durante la renovación o demolición de edificios viejos con materiales que contienen asbestos, puede pasar que haya la inhalación del mismo. Si está dañado o alterado, el asbesto libera pequeñas fibras en el aire que pueden inhalar y causar mucho daño, entrando a los pulmones.
  • Hay riesgo de ingestión. Las fibras de asbesto pueden ser tragadas cuando las personas ingieren alimentos o líquidos contaminados. Esto puede pasar cuando las tuberías tienen cemento de asbesto.
  • El asbesto es cancerígeno para el ser humano. Desde el cáncer de pulmón hasta el engrosamiento pleural, el asbesto puede desencadenar en una variedad de enfermedades dañinas.
  • La exposición también puede causar otras enfermedades como la asbestosis, que es una enfermedad crónica del pulmón causada por la inhalación de las fibras.
  • La mayoría de las personas presentan los síntomas hasta 10 a 20 años después de la exposición.

El reclamo de los trabajadores del subte porteño

Parte de los reclamos de los trabajadores del subte tienen que ver con la potencia mortal que puede tener este elemento, el cual se adhiere a los pulmones y genera fibrosis, insuficiencia respiratoria o en el peor de los casos, cáncer pulmonar.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), se producen 107.000 muertes el año en promedio por esta afección.

En Argentina, el Ministerio de Salud prohibió su utilización desde el año 2003 pero diversos estudios han demostrado que todavía se encuentra en edificios del Gran Buenos Aires.

EN ESTA NOTA Asbesto Subte

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