Por Jorge Cicuttin

Les advierto que no se tenga la absurda pretensión por parte de los de siempre de domarlo a Javier Milei para que retroceda en sus extraordinarias propuestas“, sentenció Alberto Benegas Lynch hijo, al que Milei considera como una especie de patriarca de los libertarios. Fue uno de los pocos dirigentes de La Libertad Avanza que saltó el corralito impuesto por la estrategia electoral de Mauricio Macri e hizo declaraciones públicas.

Y dio en la tecla con el tema que hoy centra las discusiones en la oposición de cara al balotaje. ¿Qué león es hoy Milei? ¿El que ruge salvaje y amenazante en la selva o el que capturado está enjaulado en el circo y solo ruge cuando sale a dar un espectáculo?

Este balotaje ha producido un hecho inédito -diría que al borde de lo inconstitucional-, de la primera vuelta a la segunda se ha cambiado a uno de los candidatos que disputarán la Presidencia.

Javier Milei con Patricia Bullrich, tras el pacto electoral entre La Libertad Avanza y un sector del PRO.

El Javier Milei del 22 de octubre no es el Javier Milei del 19 de noviembre. Este candidato, sigámosle diciendo libertario, es otro en las formas y en su discurso.

El Milei 22-O era el de la motosierra, el de la campera de cuero, el león rugiente en la selva, el de los gritos, el del combate a los “zurdos de mierda”, el de la dolarización, la libre portación de armas, el que iba a quemar el Banco Central y el que nunca iba a pactar con “la casta”.

El Milei 19-N no grita ni usa motosierra, la campera dio paso al elegante saco y corbata, es uno de reportajes grabados y hechos por periodistas amigos, el que ofrece cargos al trotskismo, que hace callar a sus dirigentes más cercanos, uno que ya no habla de privatizar YPF, que evita hablar de armas y de un “mercado de órganos”, un Milei que aceptó abrazarse con la más rancio de la casta política.

El modelo M 19-N se dejó de buen grado ser intervenido por Mauricio Macri. Si le dará un buen resultado electoral está por verse. Tanto como está por verse cuál es el verdadero Milei, el auténtico.

¿Habrá que esperar un Milei 10-D en caso de que triunfe en el balotaje y llegue a la Presidencia? ¿Y con qué ideas llegará a la Casa Rosada esta versión?

No se puede saber qué Milei votarán quienes se decidan por esta opción el 19 de noviembre. Uno entiende que sería bueno saber a quién se vota, cuál es su verdadera naturaleza. Pero qué sabe uno, ¿no?

Pero lo real en este momento es que las condiciones impuestas por Macri siguen aumentando las tensiones entre ambos espacios.

La estrategia macrista para que venza en el balotaje le exige al libertario bajar sus propuestas más polémicas y cambiar la campera de cuero por el traje, así como los gritos e insultos por reportajes grabados y editados.

Milei lo aceptó en un primer momento, quizás porque aún estaba golpeado por una derrota inesperada en las urnas. Pero parece que el león está saliendo de la siesta y empieza a mostrar algunos signos de rebeldía. “No se negocia ningún punto de mi política económica. No se negocian ni la dolarización ni el cierre del Banco Central“, expresó con bronca al ingresar al Congreso para ejercer en su banca de diputado nacional.

“Con Macri tenemos diferencias, por eso hemos ido en estructuras distintas; ellos me brindaron apoyo incondicional, pero obviamente no estamos del todo de acuerdo, como en la eliminación del Banco Central”, insistió el libertario.

El candidato a presidente Javier Milei da un discurso luego de conocerse los resultados de la elección. FOTO: MARCELO CAPECE/NA

La respuesta llegó rápido. Con total crudeza, el ex diputado macrista Eduardo Amadeo, salió a asegurar que “es mentira que fue un apoyo incondicional de Macri. Hubo una lista de 12 puntos que se le entregó a Milei, que aceptó y es pública“.

Según Amadeo, “el propio Milei está bajando con algunas propuestas delirantes que hizo. Él mismo está licuando la dolarización”. Amadeo remarcó que “si gana Milei va a tener que gobernar con nosotros” y advirtió que “no va a poder dolarizar porque no tiene los votos”.

El domador le muestra el látigo al león.

Y no es porque Macri esté muy en contra de algunas de las locuras de Milei. Pero si entiende que ciertas posturas extremas pueden mermar los votos que le trasladará Patricia Bullrich.

En La Libertad Avanza -especialmente “la jefa”, es decir, la hermana de Milei-, entienden que el pliego de condiciones de Macri tiene un límite y es el que puede llevar a desdibujar tanto al candidato que podría perder parte de los votos que lo llevaron a orillar el 30 por ciento el 22 de octubre.

¿Qué león se verá en las dos semanas que quedan para el balotaje? ¿Mostrará algún juego propio en el debate o se aferrará al discurso armado por el macrismo?

Por lo pronto hay dos banderas que dejó en claro no piensa bajar: el cierre del Banco Central y la dolarización.

Esta elección parece que se definirá por poca diferencia. Todos los votos, los que se suman o se pierden por cambios que caen mal en la tropa propia, pueden resultar definitorios el 19 de noviembre.

¿El león volverá a rugir o bajará la melena?

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