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El paradero de la adolescente de 15 años, Nayelly Lujan García Servin, y su padrastro de 32, Juan Ignacio Esteban Apaza, continúa siendo un misterio a más de un mes de su huida de la zona norte de Santa Cruz. La incertidumbre y el miedo por el estado de la menor golpean de cerca a la sociedad de la localidad de Pico Truncado y, en especial, a la madre, Arcenia Lescano Servin, quien después de que su esposo se fuera con su hija, se quedó sola a cargo de tres menores de edad, sin un trabajo fijo y con una deuda millonaria en el banco. La causa está a cargo del juez Leonardo Cimini, titular del Juzgado de Instrucción Penal N° 1.
Recientemente, el gobierno nacional, a través del Ministerio de Seguridad y del Programa Nacional de Recompensas, anunció que ofrecen sumas de 5 millones de pesos a las personas que aporten datos útiles que permitan lograr dar con el paradero de la adolescente y a quienes brinden información útil para conseguir la detención de su padrastro, quien tiene pedido de captura desde el 28 de octubre. Apaza está imputado por la posible comisión del delito de corrupción y sustracción o retención de una persona con la intención de menoscabar su integridad sexual.
¿Dónde están?
Desde que la menor y su padrastro se fueron, alrededor de las 18 horas del miércoles 23 de octubre del corriente año, cuando ella debía asistir a una clase de inglés en un instituto que se encuentra en las afueras de la ciudad, hay pocos indicios del paradero de ambos. Las pistas que fueron surgiendo y se dieron a conocer públicamente son escasas: el vehículo Ford EcoSport en que se fueron Nayelly y Apaza fue detectado en la provincia de La Pampa, en Córdoba y finalmente lo hallaron en la frontera con Bolivia, sin las chapas patentes.
Antes de concretar el hallazgo de la camioneta cerca del río Bermejo del país boliviano, la Policía de Santa Cruz llevó a cabo allanamientos en Caleta Olivia y Pico Truncado (secuestraron prendas de ropa y aparatos de almacenamiento) y la Policía de Salta hizo lo propio en la vivienda del padre y la casa de dos hermanos de Apaza (no encontraron indicios de Nayelly y Apaza). Tras el secuestro del rodado, la Policía de Bolivia esta alertada y busca a la adolescente y su padrastro dentro del territorio.
Sin embargo, la búsqueda está centrada en Salta, provincia de la que es oriundo Apaza. En ese lugar se encuentra el jefe del Departamento de Investigaciones Norte, el comisario mayor Pablo Méndez, y el jefe de la División de Investigaciones de la localidad truncadense, el comisario Pedro Rearte, quienes trabajan sin descanso junto a más investigadores para dar respuesta a una provincia que se encuentra en vilo. Lo cierto es que la adolescente y el adulto burlaron más de una docena de controles policiales en los lugares que recorrieron del país argentino y continúan engañando a la policía para seguir sin ser encontrados.
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