Este martes, y tal como lo anticipó La Opinión Austral, el adiestrador de perros, Marcos Herrero fue imputado por los delitos de falsa denuncia, falso testimonio, encubrimiento y usurpación de títulos y honores.

El adiestrador, que no tenía ningún tipo de permiso para realizar búsqueda de personas con sus canes, se ofrecía como perito de parte en causa de conmoción pública en distintos puntos del país.

Fue el perito que en el mes de julio llegó a Río Gallegos para participar de la búsqueda de Marcela López y logró hallar un maxilar en el terreno de José Luis Balado, ex pareja de la mujer desaparecida.

“METIÓ EL PERRO”. La investigación exclusiva de LOA que detallaba las irregularidades de Herrero en sus procedimientos.

Si bien el Laboratorio Regional Forense descartó que se tratara de Marcela, lo cierto es que la Fiscalía de Homicidios de Mendoza pidió el mes pasado una muestra para cotejar esos huesos con los que Herrero encontró en otro caso, el de Viviana Luna y que tampoco resultaron pertenecer a la mujer que desapareció en 2016 en Los Potrerillos.

Esta mañana, en conferencia de Prensa, el jefe de Fiscales Fernando Guzzo, confirmó lo que La Opinión Austral público como una posibilidad en su edición del 10 de octubre bajo el título “Herrero, el coleccionista de huesos”: los restos encontrados en Río Gallegos y en Mendoza pertenecen al mismo cadáver.

“Estamos agradecidos del trabajo del Laboratorio de Huellas Genéticas, que determino dos cosas graves y muy importantes para la causa, que es que los mismos huesos que están en la provincia de Santa Cruz y el que se halló en Potrerillos pertenecen al mismo cuerpo. Es un masculino. Inclusive ambas muestras están contaminadas por el Señor Marcos Herrero, lo que confirma nuestra sospecha de que los huesos fueron traídos y puestos por el señor herrero”, anunció esta mañana Guzzo.

Vale mencionar que Herrero fue allanado el viernes en su vivienda de Viedma, provincia de Río Negro, y luego detenido y trasladado a Mendoza, luego de una investigación que incluyó diversos testimonios y escuchas telefónicas que pudieron establecer su modus operandi.

Por el momento, el adiestrador se niega a declarar.

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