Acababan de matar a un compañero de trabajo en la lucha contra el narcotráfico desde Paraguay. El juez federal de Eldorado, Misiones, Miguel Ángel Guerrero, se subió al estrado para advertir a cuatro ministros de la Corte Suprema argentina –Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Ricardo Lorenzetti y Juan Carlos Maqueda– que si no se tomaba en cuenta lo que estaba sucediendo con el narcotráfico en la Triple Frontera en unos 10 años el problema que tiene Rosario en la actualidad alrededor de las drogas va a ser pequeño.

Ocurrió durante el Encuentro Nacional de la Justicia FederalEl juzgamiento del narcotráfico”, organizado por la Asociación de Jueces y Juezas Federales de la República Argentina (AJUFE), un evento inédito que reunió a funcionarios judiciales de todo el país y que sirvió como respaldo a sus pares que investigan a las bandas de Santa Fe y el resto del litoral argentino.

Guerrero sintió este jueves que tenía que reiterar lo dicho en ese encuentro. El día anterior habían asesinado a la fiscal de Ecuador, Luz Marina Delgado, cuando viajaba con su ayudante en un auto. Les dispararon 12 veces y murieron en el lugar. Uno de los agentes de tránsito que encontró los cuerpos fue el hijo de la fiscal, que estaba de servicio en ese momento: terror.

Asesinato de la fiscal Luz María Delgado en Ecuador.

 

Delgado había participado en una causa de extradición de la mujer de un narcotraficante, explicó Guerrero este jueves en una entrevista a Radio Mitre. “Esto marca un contexto de violencia de la delincuencia organizada en toda Latinoamérica”, dijo.

No es para menos. Al fiscal paraguayo especializado en la lucha antidrogas, Marcelo Pecci, a quien el juez argentino conocía bien, lo mataron durante su luna de miel en la isla Barú, cerca de Cartagena de Indias, en Colombia. Había elegido ese lugar para descansar luego de casarse con la periodista paraguaya Claudia Aguilera, quien acababa de publicar que esperaba un bebé.

La periodista paraguaya Claudia Aguilera junto al cuerpo de su marido, el fiscal antidrogas Marcelo Pecci, en Isla Baru, durante su luna de miel.

A plena luz de día dos sicarios se acercaron en una moto de agua hasta la playa llena de gente, dispararon tres veces a quemarropa, y huyeron . La imagen de la viuda, embarazada, llorando junto al cadáver recorrió el mundo: terror.

“Si no tomamos en cuenta lo que está sucediendo en la jurisdicción donde yo trabajo, creo que en diez años vamos a tener un problema muchísimo más grave que el que en este momento vive la ciudad de Rosario”, dijo ante los jueces supremas, 120 magistrados federales de todo el país, Guerrero, todavía consternado por lo que le había pasado al fiscal que integraba la Unidad Especializada de Lucha contra el Crimen Organizado y el Narcotráfico de Paraguay.

Triple Frontera.

La localidad de Eldorado es la tercera ciudad más grande de la provincia de Misiones. Limita al norte con Brasil y al oeste con Paraguay. Está a 100 de la Triple Frontera y por eso el juez de Misiones trabajaba codo a codo con Pecci. Juntos investigaban el caso Barakat, un causa que “jamás mereció la atención del Poder Judicial”, cuestionó.

El caso Barakat es una investigación transnacional entre Paraguay, Brasil y Argentina -por participación activa de los Estados Unidos- por supuesto lavado de dinero y presunta financiación de la organización Hezbollah, acusada por la Justicia argentina de la autoría del atentado a la AMIA en 1994, desde la Triple Frontera. Hezbollah nunca reconoció su autoría en el ataque a la mutual judía.

Assad Ahmad Barakat fue arrestado en 2018.

Assad Ahmad Barakat es el supuesto líder del “clan Barakat” que habría utilizado cifras millonarias en fichas de un casino de Puerto Iguazú, Misiones, para las maniobras de lavado, con numerosos movimientos migratorios en Argentina. Es libanés naturalizado paraguayo y fue detenido en Brasil en 2018, pero la investigación se extendió a otros comerciantes libaneses de la Triple Frontera, publicó El Diarioar.

“El planteo que se hizo en la conferencia organizada por AJUFE en Rosario está vinculado al accionar que hemos advertido de la delincuencia trasnacional en esta zona” de la Triple Frontera, subrayó Guerrero este jueves.

“Hemos detectado en los tres primeros meses un crecimiento exponencial en algunos secuestros de estupefacientes que nos permiten ver una logística que antes las organizaciones locales no tenían. Como delincuencia organizada transnacional, el PCC (Primeiro Comando da Capital, la mayor organización criminal brasileña) es el que tiene una mayor propaganda internacional y mayor difusión territorial no sólo en Brasil, también tiene presencia en Paraguay. Se había detectado este año el ingreso de personas vinculadas a esa organización”, alarmó.

“Los problemas necesitan soluciones desde distintos puntos de vista, del Estado presente, no solo del Poder Judicial sino también de los otros dos poderes del Estado”, concluyó Miguel Ángel Guerrero.

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