Oleksandr “El Rusito” Levchenko, es uno de los soldados ucranianos que combaten en la guerra contra Rusia. En un video enviado a sus amigos argentinos, el joven asegura que “vamos a vencer”.
Levchenko, fue expulsado de Argentina en 2018 y condenado a nueve años y medio de prisión por integrar una violenta banda neonazi que atacó en Mar del Plata.
Irónicamente a su apodo, el joven ucraniano combate ahora con las tropas ucranianas frente al avance Ruso en ese país.
En el video que grabó con su celular y que le mandó a un grupo de amigos de Mar del Plata, a Levchenko se lo ve con un arma de guerra, preparado para defender a Ucrania del ataque ruso.
El video dura solo ocho segundos pero es contundente: “Saludos compa. Va a salir todo bien, vamos a vencer. Abrazo a todos los pibes”, se le escucha decir a “El Rusito” en las imágenes que envió a través de WhatsApp desde Kiev, la capital de Ucrania.
“El Rusito” Levchenko había sido condenado en Argentina
Oleksandr “El Rusito” Levchenko, de 27 años, fue uno de los siete integrantes de una violenta banda neonazi que sistemáticamente atacó en Mar del Plata y fue condenado por la Justicia Federal, será expulsado del país.
El hombre cumplía la pena de 9 años y 6 meses en Marcos Paz, pero en 2021 la Dirección Nacional de Migraciones le quitó el permiso de permanencia.
En un fallo histórico, el juez federal que encabezó el Tribunal Oral, Roberto Falcone, autorizó el proceso “de extrañamiento”, tal como se llama el trámite contemplado por la Ley de Migraciones 25.871 (artículo 29) para quienes hayan sido condenados o estén cumpliendo condena, cuenten con antecedentes o condena no firme aquí o en el exterior por delitos que merezcan penas privativas de la libertad.
Levchenko, nacido en Kiev, y otros seis jóvenes habían sido condenados en mayo de 2018 “por formar parte de una agrupación destinada a imponer sus ideas y combatir las ajenas por la fuerza o el temor; por el delito de pertenecer a una organización y realizar propaganda basada en ideas o teorías de superioridad de una raza, religión o grupo étnico”.
Se trató de una condena sin precedentes que castigó una serie de episodios violentos que tenía como a víctimas a mujeres, extranjeros, homosexuales, trans. Mar del Plata, en esos años, fue testigo de actos en los que grupos fascistas reivindicaban al nazismo a golpes y dejando sus mensajes de odio pintados en monumentos, paredes y locales.
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