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La periodista Viviana Canosa sorprendió este viernes al quebrarse en vivo durante su programa por El Trece y anunciar que dejará de hablar públicamente sobre las graves denuncias que realizó en los últimos días. Luego de una profunda charla con Adrián Suar, la conductora decidió ponerle fin a la exposición mediática y reveló que cuenta con custodia policial y botón antipánico.
En una emisión cargada de emoción y declaraciones contundentes, Viviana Canosa anunció que ya no hablará públicamente sobre las graves denuncias que realizó recientemente, y que todo lo relacionado será canalizado a través del sistema judicial.
“Le quiero agradecer al Chueco Suar sus palabras, su comprensión y su amorosidad y su respeto hacia mi persona. Siempre tengo charlas muy lindas con él, a veces muy duras”, expresó Canosa con la voz quebrada.
La periodista afirmó que la conversación con Adrián Suar, director de programación de El Trece, fue determinante para su decisión de correrse del foco mediático.
“Él me contrató y yo vine a trabajar con él y para él. Chueco, gracias por todo. Hoy es la última vez que voy a hablar de esto y después lo voy a hablar en la Justicia”, sostuvo.
“Tengo custodia policial en mi casa”
Canosa también reveló detalles desconocidos sobre su situación personal actual, que da cuenta de la gravedad de las amenazas que dice estar enfrentando.
“Desde ayer, la que tiene a la policía en la puerta de su casa soy yo”, reveló.
Además, explicó que le ofrecieron un botón antipánico para su seguridad personal, el cual le será entregado en los próximos días.
“Cuando llegué había una mujer policía en la puerta de mi casa. Ella me tiró la mano y yo le di un beso, porque para mí era una mina que me estaba cuidando. Me dijo ‘en un rato van a venir a su casa para hacerle unas preguntas’. Yo dije ‘qué loco, no'”, expuso Canosa entre lágrimas.
“Dije que sí, por supuesto… En mi casa había una pijamada. Yo escuchaba cómo se divertían y mi perra ladraba… Le pedí disculpas a otra policía por no hacerla pasar. Le pregunté qué tenía que firmar. Le dije que confiaba en la Justicia”, apuntó luego.
Y fue por más: “Firmé, no sé qué firmé. Firmé que me cuiden… me preguntaron si quería un botón antipánico. Dije que sí, me lo van a dar el lunes. Imaginensé en qué me beneficia esto. Yo con la puerta entreabierta, quedando como una maleducada”, lanzó.
“Mi perra ladraba, no conocía a la persona que estaba ahí. Lo que les quiero contar es que todo esto que yo vivo no es gratis, ni para mí ni para mi salud. Lo que quiero decir es que firmé, me dieron un montón de teléfono a los cuales llamar. Lo que más me conmovió fue que el día anterior yo tenía cartas por debajo de la puerta de mi casa de mis vecinos”, arremetió.
“Hay algunos a los que no les conozco la cara… Gracias a todos. Ellos están ahí, se están bancando esto y apoyan la causa. No quiero llorar desde el lugar de una víctima. A mí tampoco me interesa la guerra de canales. Decidí que no puedo seguir perdiendo más energía ni salud discutiendo con cada perejil que me calumnia para tener un minuto de fama”, siguió.
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