Han pasado ya varios y largos meses de su desaparición física y el suplemento Arte y Cultura pretende capturar algunas facetas que Mario dos Santos Lopes tenía no sólo como periodista, sino también como escritor.

Radicado en Puerto Deseado, este hombre de letras se había abocado en los últimos años a rescatar, para una posterior obra literaria, un género pocas veces abordado y más aún en estas latitudes: el epistolar.

En efecto, según cuenta a La Opinión Austral su esposa Gabriela Chávez, “Mario se manejaba en los últimos años muchísimo por las redes sociales y fue así como saltó la idea de organizar esta obra. Un buen día una persona se comunica con él por Facebook quien le había escrito una carta, siendo él ex combatiente de Malvinas. Mario comenzó de inmediato a investigar esa conexión y, por supuesto, lo logró. Fue muy emocionante para ambas personas poder estar en contacto. A él lo hizo feliz esto”.

“A partir de allí le surgió la idea de escribir un libro con recopilaciones de cartas históricas. Esas historias podían provenir de cualquier persona que hubiera recibido o enviado una carta significativa. Así comenzó a llegar a casa una lluvia de cartas hermosas y el libro se fue gestando rápidamente”, recuerda Gabriela.

-¿Cómo dio con esas cartas, dónde las buscó? 

-Fue una búsqueda por las redes sociales. Mario estaba todo el tiempo muy conectado y trabajaba mucho con Facebook y Twitter.

-¿Tenía alguna rutina para escribir,  lo hacía en las pausas cotidianas o seguía algún esquema?

-No tenía ningún esquema. ¡No era para nada estructurado!

Es más, si en algún momento le surgía una idea o alguien en la calle le comentaba algo o le aportaba algo interesante, él lo escribía, así fuera en un papelito del supermercado o lo que tuviera a mano.

Luego de su partida, he encontrado hasta algún verso escrito por él en un ticket del super. Era una apasionado total por su trabajo. No se detenía nunca. Por supuesto que también pasaba horas escribiendo en su computadora personal, especialmente durante la tarde.

-Tenemos entendido que Mario publicó otras obras, ¿no? 

-Sí, claro, escribió y publicó bastante. Aunque siempre le parecía que podría haber publicado más. Siempre estaba con proyectos en mente. En medio de escribir libros, también redactaba artículos, poemas, canciones o cualquier cosa que en un futuro se convertiría en libro. Incluso ya había comenzado a delinear su próximo libro, que iba a ser sobre la vida de Pedro Urbano, su padre patagónico e íntimo amigo. Pedro es una persona muy significativa para este pueblo. Pedro hoy tiene 93 años y sigue más activo que nunca.

Trayectoria de lujo

Mario dos Santos Lopes, nacido en la ciudad de Buenos Aires el día 14 de enero de 1959, cursó sus estudios en el centenario Colegio San José del barrio de Balvanera y se recibió de docente en el Instituto Santa Catalina de la Obra Salesiana de Don Bosco. En el año 1979 elige como destino para vivir Puerto Deseado y ejerce como maestro de Escuela Primaria en el Colegio Salesiano San José.

En el año 1984 publicó el libro titulado “Un vuelo de cien años”, obra que recuerda el centenario de esa comunidad. Ese mismo año de 1984, con el poema “Mi pueblo, mi mundo”, ganó el Certamen de la Canción del Centenario de Puerto Deseado y fue jefe de redacción del periódico quincenal independiente “El Siglo”.

Dos Santos Lopes desarrolló una invalorable tarea de rescate del patrimonio cultural de Puerto Deseado a través de los clásicos “Cuadernos Culturales Deseadenses”, donde plasmó historias de antiguos pobladores, con su primera edición saliendo en julio de 1986 y siendo denominada “Cuadernos de Historia Deseadense”, en la cual hacía referencia a Antonio Onetto.

También se destacó como autor de temas musicales, entre ellos “Muchacha de lejos”, que el grupo “Las Voces del Sur” supo llevar por cada rincón donde era invitado; “Nostálgicos andenes”, y “Todo por dos pesos”. También participó en numerosos certámenes literarios. Con la pieza denominada “Hay una tierra en mi tierra”, logró el primer puesto en el primer Festival de la Canción de la ciudad chubutense de Comodoro Rivadavia.

Dos Santos Lopes colaboró con diversas publicaciones, entre ellas: Cono Sur, La Visión del Sur, Patagonia Cero, Prensa Libre, Semanario Esquiú (canillita El Patagónico, Tiempo de Santa Cruz, Crónica y con diversos medios periodísticos de la región. También colaboró con medios radiales de Chubut y Santa Cruz.

Algunos de sus trabajos fueron seleccionados para integrar la Antología de cuentistas santacruceños (1987) y su cuento “Dedos manchados de tiza” fue incluido en diversas compilaciones destinadas a escuelas primarias (Editorial Aique, Buenos Aires).

Antología

En el año 1996 organizó la Primera Antología de Autores Deseadenses. Entre los años 1984 y 1987 fue director de Cultura de la Municipalidad. Trabajó como locutor en “Radio Rivadavia AM 630” y en el Canal Dos Vía Patagónica. Ideó y condujo el programa televisivo denominado “Viernes de Café”.

En el año 2008 publica el libro “Andrés Randisi, sembrador de esperanzas” y ese año también fue miembro de la Comisión de Toponimia Urbana. En el año 2012 publica “Antología de Cuentos y Poemas de Puerto Deseado” y “El Campo Deseado y su gente”.

En 2013 se publica el libro “Recuerdos del Presente”. El 25 de septiembre de 2014 publicó el libro “Portugal Querido”, que fue presentado en sociedad en 2014 en la Universidad Católica Argentina con el apoyo del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, el Consejo de las Colectividades Portuguesas de Argentina y la Federación de Colectividades Extranjeras. La obra de Mario Lopes mereció la distinción de “Interés Cultural” por parte del gobierno de la provincia de Santa Cruz, la Municipalidad de Morón, la Cámara de Diputados de la Nación y la Agencia Córdoba Cultura.

En 2015 publicó el libro “José Koltum: jornalero de Dios en alpargatas”; en diciembre de ese mismo año publica “Deseado en Blanco y Negro 2” y “Preguntas en la Arena”.

En marzo de 2016 se realiza la primera reimpresión del libro “Deseado en Blanco y Negro” y el día 8 de abril de este año hace su última presentación en la sede de la estación del ferrocarril del libro “Así se escribió la vida, cartas para leer”. (Fuente: Observador Central.com.ar)

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