Es un espacio cedido por La Opinión Austral hace más de once años para aproximarnos a usted, Sr. Lector, e invitarlo a compartir el buen uso de las nuevas tecnologías, informática, Internet, como un medio de apoyo a la docencia, como una eficaz herramienta para ayudar desde la labor educativa salesiana en este vital proceso del “saber ser, sabiendo hacer”.
Este texto en categoría prosa, presentado a concurso en el Día de la Mujer en la organización Navegando Un Mar De Letras, ganó el primer premio. Nos hace sentir muy bien que un personaje oriundo de nuestra Patagonia sea conocido más allá de nuestras fronteras.

La gran María
por Sergio Pellizza

Primero fue la lluvia, mas tarde un relámpago que viboreó en el cielo rompiendo pedazos de oscuridad que enseguida volvían a unirse en su negrura?
En el toldo del chamán de la tribu Tehuelche, armado sobre el faldeo este del cañadón de los vientos, el viejo sabio trazaba sobre la alisada arena del piso, el desino de la criatura recién nacida. El palo de lenga se movía casi solo sobre la sensible superficie, dibujando muchas figuras que solo el interpretaba?
Criatura, vienes del agua, y el agua habla, tu palabra estará como el viento y será sembrada como semilla. Tu palabra será fuego y tendrá poder de incendio al propagarse. Tu palabra tendrá ojos y enseñará a mirar. Tu palabra hará que la naturaleza tenga lengua y hablara por ti haciendo que lo invisible se torne visible. Tu palabra será pincel de flores con colores para pintar nuevos horizontes a mucha gente?
El horizonte se tiñó de rojo y después apareció el sol, siempre puntual y por el este. La niña, sin nombre aun, sorbía con entusiasmo el alimento del pecho de su madre. Así transcurrió el primer día.
Se sucedieron muchas lunas el chamán veía en sus signos crecer a la niña. La tribu cambiaba con frecuencia de lugar acuerdo las estaciones siguiendo a los guanacos y avestruces al norte en invierno y al sur en verano. La niña, que hacía poco se había convertido en mujer, sintió cuando el canto de las aves había emigrado, sintió como su corazón comenzaba a expandirse. Noto como los pájaros se llevaban por el aire parte del clima y también un pedazo de su propio tiempo?
El palo de lenga seguía dibujando signos en la arena. Se superponían los trazos, el chamán estaba confundido, estaba visualizando características de fuerza, carácter, inteligencia y voluntad que no había visto nunca antes y menos en una mujer. Supo por algunos trazos entramados que tendría mucho poder. Seria cacique de su tribu, y seria llamada por un hombre blanco con poder, María la Grande. También que haría un viaje por mar y que sería invitada a compartir la comida en la mesa de los blancos. El viaje era a las islas Malvinas.
Algunos retazos de historia y leyenda cuentan: Que el viaje en barco fue difícil y que María La Grande sintió la fuerza del mar en su cuerpo. La goleta al mando del segundo de Vernet en las islas, Matthew Brisbane, había partido tiempo antes del continente con proa al mar abierto. En las costas de la Isla Soledad, los colonos se reunieron a la espera de los invitados.
Dicen que María La Grande se sentó a la mesa y compartió los modales de la época en la casa del gobernador.
María la Grande siguió al mando del pueblo tehuelche. Su muerte marcó el principio del cacicazgo de Casimiro Biguá. El fuego de las piras se extendió desde el estrecho de Magallanes hasta el río Negro. Su figura quedó casi perdida en la historia. La rescatamos en el día de la mujer con mucha fuerza porque, creemos que el principal desafío que plantea mirar el pasado es la lectura que ofrece el presente.

Leé más notas de La Opinión Austral