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Con enorme esfuerzo, dedicación y espíritu competitivo, la Escuela Municipal de Taekwondo Walter Álvarez de la localidad santacruceña de Puerto Deseado logró una participación histórica en la primera edición de la Copa América de Taekwondo, disputada en Lima, Perú, conquistando el prestigioso título en la categoría lucha por equipos.

Este logro no fue casualidad, sino producto de más de seis meses de intensos entrenamientos, sacrificios personales y un esfuerzo colectivo de toda la comunidad deportiva. El subinstructor Caín Álvarez, emocionado por la trascendencia del éxito, habló con La Opinión Austral sobre esta gran experiencia: “Veníamos trabajando hace más de seis meses para poder hoy estar a la altura de esta competencia y traer muy buenos resultados“, destacó el entrenador.

La delegación santacruceña hizo frente a las dificultades económicas gracias al compromiso de padres, alumnos y vecinos de Puerto Deseado, que recaudaron fondos a través de ventas de rifas y choripaneadas solidarias. Además, contaron con el respaldo del municipio, que garantizó el traslado hacia Comodoro Rivadavia, desde donde partieron rumbo a Lima.

La preparación técnica estuvo bajo la atenta mirada del Máster Juan María Spotorno, cuya exigencia marcó una diferencia fundamental para enfrentar rivales provenientes de Perú, Colombia, Bolivia y otras delegaciónes argentina. “Tuvimos muchas horas de entrenamiento y sacrificios que, al fin y al cabo, valieron mucho la pena“, expresó Álvarez.

La preparación técnica estuvo a cargo del Máster Juan María Spotorno.

El desempeño individual de los representantes deseadenses fue sobresaliente y reflejó el trabajo riguroso que realizó cada uno durante meses de preparación. En un certamen que reunió a alrededor de 300 competidores de distintos países de Latinoamérica, la exigencia fue máxima desde el inicio: los enfrentamientos se definieron en llaves eliminatorias, que en algunos casos alcanzaron los doceavos de final en Formas y los octavos de final en Lucha, con categorías organizadas por edad, peso y grado de cinturón.

Pese a ese alto nivel de exigencia, los atletas santacruceños respondieron con actuaciones destacadas. Brian Nahuelanca logró el primer puesto en ambas disciplinas, mientras que Milagros Nahuelanca también se consagró con una doble medalla dorada, coronando un torneo impecable. Joel Grosso y Bautista Moreno fueron otros de los campeones en Formas y subcampeones en Lucha, confirmando el nivel técnico del grupo.

Camila Gutiérrez, Caín Ríos, Candela Artaza y Ámbar Gareis aportaron valiosas medallas plateadas tanto en Formas como en Lucha. Ignacio Flores consiguió un segundo lugar en Formas y un tercer puesto en Lucha, al igual que Joaquín Vedia, que se subió al podio en ambas modalidades. Caín Álvarez y Roberto Ríos se destacaron con terceros y segundos puestos combinados, y Catalina Pereyra sumó también doble bronce, completando una cosecha de 33 medallas que ubicó a la delegación entre las más fuertes del certamen continental.

Sin embargo, el momento más esperado del torneo llegó con la competencia por equipos, donde el conjunto formado por Caín Álvarez, Roberto Ríos e Ignacio Flores hizo historia al consagrarse campeón frente a experimentados competidores internacionales. “Fue una experiencia muy linda para los competidores y para todos los que estuvimos ahí. No fue fácil, fuimos a dejarlo todo y nacieron los frutos, algo inolvidable“, aseguró Álvarez, aún emocionado por el logro colectivo.

Los campeones de la lucha por equipo junto a Juan María Spotorno.

Este resultado se convierte en una página dorada más para la Escuela Municipal de Taekwondo Walter Álvarez, institución que lleva más de 25 años formando deportistas en Puerto Deseado. Con una historia marcada por el esfuerzo y la superación constante, hoy esta escuela deja un legado imborrable en la historia deportiva local y nacional.

De este modo, el triunfo obtenido en Lima no sólo es motivo de orgullo para Santa Cruz, sino también un claro ejemplo de que el trabajo conjunto, la perseverancia y la pasión por el deporte pueden vencer cualquier adversidad. Hoy, Puerto Deseado celebra este histórico logro, y sus jóvenes atletas ya sueñan con nuevos desafíos.

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