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El piloto de El calafate Pablo Wyss correrá nuevamente el Gran Premio de la Hermandad junto a su hijo Angus, quien será debutante en la difícil y complicada carrera fueguina, dado que su padre disputó la edición anterior junto al chileno Víctor “Cato” Mallada.

En charla con el programa “Música de Motores” por LU12 radio Río Gallegos, Pablo remarcó la necesidad de contar con alguna experiencia para conducir en la carrera, toda vez que “..hay que ir lo mas ligero posible pero sin ir a fondo porque hay que mantenerse arriba del camino y salirse puede ser muy caro…”, toda vez que el tema es llegar lo mejor posible.

La competencia de aproximados 420 kilómetros en cada tramo entre Río Grande (Argentina) y Puerto Porvenir (Chile) es una de las pocas del mundo que se corre con frontera abierta (previo control aduanero), y en plena época de deshielo (agosto), representa una desafío tremendo para quienes la disputan y en este caso, serán cinco tripulaciones de El Calafate en la prueba.

Pablo quien ya corrió de navegante junto a Alejandro Gutiérrez, irá ahora conduciendo junto a su hijo por primera vez en la Hermandad ( ya lo han hecho en carreras locales), por lo que será toda una experiencia para ambos en una aventura automovilística como la que plantea la prueba, pero también unos minutos para recordar a su principal entusiasta, su padre, el recordado Cacho Wyss.

En la charla con la radio, Pablo enfatizó la necesidad de tener una buena hoja de ruta y de entenderse con su navegante pero principalmente de tratar de llegar de la mejor manera, máxime este año donde se vuelve a transitar por sectores complicados como “La Arcillosa” antes del cruce de la frontera, y donde van a participar reconocidos pilotos de todos los tiempos de la carrera, para recordar ésta 50 edición muy esperada por cierto como por ejemplo el ushuaiense Daniel Preto, un múltiple ganador de la carrera.

El calafateño estima que tendrán que viajar un buen tiempo antes para trabajar sobe el terreno (hoja de ruta), lo que no será fácil y lleva tiempo y dinero, pero con el presupuesto ya determinado, encaran la prueba con la mejor buena voluntad y entusiasmo como corresponde a una empresa de esta naturaleza.

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