En las redes sociales surgió una propuesta desde la ciudad de Berazategui. La escuela a cargo del instructor Javier Segovia se encargó de recibir videos de deportistas de todo el país, haciendo ejercicios determinados de boxeo.

A competir

Una de esas pruebas consistía en la de “Sombra”. De acuerdo a las edades de los chicos, eran elegidos y se ponían a consideración de la gente el voto a quien les pareciera quien mejor lo ejecutaba. “Somos tres entrenadores”, dijo Segovia a La Opinión Austral. “Nosotros evaluamos la técnica y realmente nos sorprende el talento de los más pequeños, sobre todo”, agregó.
“Esto surgió por la pandemia. No soy el creador de este tipo de competencias porque esto se hace en varios países, pero lo vi como una buena iniciativa para mantener a los boxeadores en actividad virtual”, admitió el impulsor.
Sostuvo con satisfacción que “la repercusión es buena y se hace viral. Fue difícil elegir. Hay chicos con muchas condiciones”.

Premios

Los chicos se llevan un premio: “Veremos al año que viene volver a lo que nos gusta. Más que nada me dedico a los chicos amateurs”. Si bien no se hace por peso, trataron de apuntar a la paridad en edades y el físico.
“Hay muchos chicos con buen nivel. Es el caso de Máximo ganó porque ganó sin votos. Se nota el trabajo”.
Máximo Guichapani tiene 10 años. Es integrante de la familia reconocida por su quehacer en el boxeo. Su padre Raúl fue boxeador y luego se dedicó al entrenamiento de muchos jóvenes con esperanzas de trascender.
Su hija Romina consiguió consagrarse campeona sudamericana ni más ni menos que en el ring del Atlético Boxing Club.

De familia

Máximo es el más pequeño y desde los 3 años que practica. Su hermana contó: “De chiquito dormía con los guantes puestos y chupete. No había forma de que se los saque”.
Ha hecho demostraciones en eventos populares y en el mes de agosto se anotó y envió su video a los organizadores. Fue pasando etapas clasificatorias hasta lograr este cinturón como premio a su dedicada participación.

Maximiliano Guichapani: 10 años. orgulloso representante de Pico Truncado.

Lara Echeverría, otra promesa infantil de Pico Truncado, también se sumó a esta entretenida oportunidad de mostrarse y exponer su talento para el boxeo.
Atípica práctica para muchas, pero una que a ella le atrae y entretiene. Mientras otras juegan a otras cosas, ella, como Romina en su momento, prefieren algo diferente. Nada mejor que contar con la campeona en su localidad para motivarse.
Los chicos se motivan porque no deja de ser una competencia. Y en este contexto de pandemia, es lo único que los entretiene.

Los chicos de todo el país se motivan porque no deja de ser una competencia.

“Evaluamos la técnica y nos sorprende el talento”.

JAVIER SEGOVIA

Lara Echeverría: promesa truncadense.

 

 

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