Este miércoles 25 de junio del año 2025 comenzó el juicio por la muerte de Millaray Cattani, la adolescente de 15 años de edad que se quitó la vida el 14 de abril del 2021, cuando el mundo se encontraba en plena pandemia, y su historia conmovió a la provincia. El hecho ocurrió en Puerto Deseado, una localidad golpeada por el crimen de la turista salteña, María Subelza, y su hijo de 4 años, Santino, ocurrido en 2020.
Las amigas de la joven dieron a conocer que “Milla” guardaba un oscuro secreto y su diario intimo terminó de confirmar la peor noticia: un hombre de 19 años la había violado en 2019, cuando ella tenía 13 años. El abusador era el hermano mayor de una chica que iba a la misma escuela que Millaray. La familia sostiene que no fue un hecho aislado, sino que fueron más las ocasiones en que la adolescente fue violada por el mismo hombre.
“La verdad intento no pensar en Gustavo Ezequiel Donaire (el nombre del procesado), pero no puedo. Me duele tanto lo que me hizo, no entiendo la verdad”, había escrito la adolescente en una página en la que había puesto la fecha del 20 de enero del 2020. Inmediatamente, con la prueba de su diario y los testimonios de las amistades de Millaray, se hizo la denuncia en la Comisaría local.
Luego de más de cuatro años de espera, llegó el inicio del juicio por abuso sexual con acceso carnal que tiene un solo imputado. El encuentro será presidido por el juez Juan Pablo Olivera, junto a los vocales Mario Albarrán y un juez civil subrogante de quien, hasta el momento, no se conoció la identidad. La Opinión Austral se hizo presente en el lugar y habló con Ayelén Cattani, hermana de “Milla”.
“Fueron años sumamente dolorosos y largos desde ese momento en que descubrimos que Milla se había quitado la vida, fue inexplicable, como familia empezamos a buscar qué es lo que ella nos podría haber dejado para entender que había pasado para que tome esta trágica decisión. Sus allegados se acercaron a nosotros y nos comentaron lo que a ella le estaba ocurriendo, que fue un abuso sexual y que esta persona fue con la última que habló con ella y la hostigó hasta el último minuto de vida”, dijo.
Y continuó diciendo que, gracias a los testimonio “tan importantes” de esos adolescentes que “tuvieron el apoyo de su familia, que no se quedaron callados, que se involucraron y hablaron“, hoy Donaire está procesado y se comenzó con el juicio que era tan esperado. “Esperamos que sea la máxima condena, son entre 6 a 15 años de prisión, pero como familia pedimos lo máximo que se pueda de condena, es muy importante y necesario que se haga justicia”.

Al ser consultada por cómo fue para la familia esperar cuatro años para que se haga el juicio, Ayelén mencionó que fue “duro y difícil“. “No solo no teníamos su presencia y su ser, sino que también teníamos conocimiento de que ella pasaba y atravesaba por este dolor. Siempre estuvimos firmes y con la fe de que se iba a hacer justicia y seguimos luchando todos los días porque no queríamos que quede en el olvido”.
“Sabemos que la Justicia del país es muy larga, extensa y complicada, que hay muchos casos porque lamentablemente hay muchísima gente mala, pero nos queda a nosotros, la gente buena, poder denunciar y actuar como corresponde. Entendemos a las víctimas, sabemos que es un proceso largo y difícil, por eso tratamos de acompañar, estar y hablar, como familia siempre lo decimos, que es importante hablar y no juzgar tanto a los adolescentes y a los niños“.
Finalmente, sobre el imputado dijo que “no sabemos si se va a presentar, obviamente esperamos que esté y que la Justicia actúe como corresponde“. Donaire nunca estuvo detenido, vivió su vida durante más de cuatro años en libertad, “tranquilamente“, se mudó de a ciudad portuaria y actualmente vive en otra localidad y es soldado voluntario del Ejército Argentino. “Necesitamos que no hayan más víctimas, no sabemos si en estos cuatro años largos y dolorosos hubo más víctimas de esta persona”.
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