Los trabajadores del Casino de Caleta padecieron, desde marzo cuando comenzaron las medidas por la pandemia, una reducción de sus salarios.

 

 

 

Según comentaron a La Opinión Zona Norte, desde ese mes, hasta julio, la empresa propietaria del Casino les abonó el 25 por ciento del sueldo, y un 50 por ciento adicional les llegaba a través del ATP (Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción). Es decir que no llegaron a cobrar el 100 por ciento.

 

 

 

En julio volvieron a abrir el Casino, en el horario de 14 a 24 horas, de lunes a sábados, y los domingos de 14 a 20 horas. Esta vez con la esperanza de volver a percibir el 100 por ciento de los haberes. Con el decreto que obliga a cerrar estos negocios en Santa Cruz, avizoran que se volverán a reducir sus ingresos.

 

 

 

Se cumplen con protocolos estrictos por el Distanciamiento Social Preventivo y Obligatorio. Por ejemplo, la sala de juegos de Caleta Olivia tiene 300 máquinas, y se habilitaron sólo 150. A la par, se separaron los espacios entre ellas para que se respeten los dos metros de distancia entre jugadores. Además, cada vez que un cliente desocupa una máquina, un empleado procede a la sanitización de la misma.

 

 

Además, otros juegos no se habilitaron como la ruleta o el black jack.
Cabe recordar que el decreto que firmó la primera mandataria posee el artículo 12, en donde expresamente “se determina la suspensión del funcionamiento de casinos y salas de juegos (en las localidades que tengan habilitado dichos rubros)”

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