Un hombre en situación de calle se acercó hasta una dependencia policial de la localidad de Caleta Olivia y realizó una denuncia por agresión física. Indicó a dos militantes como los agresores. Pero ellos dijeron que en realidad estaban evitando un robo. El hecho es más que confuso y la Justicia y la Policía de Santa Cruz se encuentran investigando la situación para determinar qué ocurrió realmente.
Esto sucedió a comienzos de la semana en la localidad de Caleta Olivia y el escenario de la golpiza fue la sede de “Movimiento Evita” -un movimiento social, piquetero y sindical y una agrupación política– que se encuentra ubicado en la calle Lavalle al 153. Los protagonistas de esta historia son tres personas: un indigente en estado de ebriedad que resultó con lesiones leves y dos militantes que fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción Penal N° 2.
De acuerdo a las averiguaciones realizadas por el diario La Opinion Zona Norte, la intervención policial dio inicio alrededor de las 7 de la mañana del martes, cuando un hombre de 26 años identificado con las iniciales HGC, que apestaba a bebidas alcohólicas y tenía lesiones visibles en las manos y en el rostro, se presentó en la Comisaría Primera y denunció que le habían pegado dos hombres.
El denunciante manifestó que se encontraba en la sede del movimiento social junto a dos sujetos, dijo que estaban compartiendo cervezas y vinos, y que en un momento -sin razón alguna- estos comenzaron a agredirlo mediante golpes de puño, puntapiés y el empleo de dos elementos cortantes (un machete y un cuchillo). Ante esto, comentó que se arrojó por la ventana frontal para evitar más golpes.
De esa manera, se acercó hasta la dependencia, donde le tomaron los dichos en forma legal y decidió instar a la acción penal debido a los golpes recibidos. Luego, HGC fue trasladado hasta las instalaciones del Hospital Zonal “Padre Pedro Tardivo”, donde lo examinaron y le certificaron lesiones leves. En tanto, los uniformados siguieron realizando los trabajos correspondientes por el caso.
La Policía dio intervención al Juzgado Penal N° 2 del juez Gabriel Contreras, a través del secretario Kevin Rearte. Desde la sede judicial se dispuso que los causantes establezcan domicilio. Para ello, el personal de la seccional policial debió acercarse hasta “Movimiento Evita” y buscar la palabra de los dos hombres acusados de violencia.
¿Fue un robo?
Cerca de las 07:30 horas, uniformados de la Comisaría Primera se acercaron hasta la unidad básica ubicada en la calle Lavalle para hablar con la gente de ese lugar y establecer mayor información en torno al hecho denunciado por HGC de 26 años. Una vez allí, constataron que la ventana de la parte del frente de la sede estaba destruida.
Del interior de “Movimiento Evita” salieron dos hombres que se identificaron como MDLF de 29 años de edad y FC de la misma edad. Estas personas le contaron a la Policía que la situación se dio de una manera diferente: según contaron, un individuo -de quien no aportaron datos- les informó que la ventana estaba dañada y, por eso, se acercaron al lugar en cuestión.
Asimismo, relataron que, una vez que estuvieron allí, vieron la abertura destrozada y descubrieron a un hombre en el interior a quien identificaron como HGC. Supuestamente, el hombre en situación de calle tenía intenciones de robar y, al ver que no había ocupantes, se metió al interior, pero lo descubrieron “con las manos en la masa”.
El intento de robo fue frustrado y los vecinos MDLF y FC no quisieron realizar la denuncia. Tras eso, los efectivos policiales efectuaron las diligencias de rigor en forma conjunta con personal de Criminalística, procedieron al levantamiento de dos muestras para fines genéticos, dos gasas con manchas rojizas y a la incautación de una barra metálica y un arma blanca.
Finalmente, se documentaron las cámaras de seguridad, supo La Opinión Zona Norte. Además, desde la Policía de Santa Cruz destacaron que el ciudadano FC se mostró hostil mientras los agentes estaban trabajando, intentó entorpecer el procedimiento y debió ser contenido, pero no fue detenido por su accionar.
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