Alejandra Aparicio es la madre de Rubí, una beba de cuatro meses que hoy pelea por su vida en el nosocomio de Caleta Olivia y atraviesa horas críticas.

Todo comenzó el martes pasado, cuando la beba convulsionó repentinamente y fue llevada de urgencia por su padre al hospital de la ciudad.

En el lugar, le realizaron estudios y los médicos no lograban detectar dónde estaba el problema, pero tras una tomografía observaron coágulos en el cerebro y la operación de urgencia fue inminente.

Alejandra contó a La Opinión Zona Norte que su embarazo fue completamente normal y no tenían ningún antecedente en la salud de la beba. En estos cuatro meses, además, los controles de rutina salieron normales.

“Es terrible la incertidumbre. Cuando entró al quirófano no había esperanza de que salga con vida y gracias a Dios salió. Ahora hay que esperar, queda en ella y en Dios“, contó.

Su mamá contó que Rubí “tenía sangre alrededor del cerebro” que hubo que drenar con la operación: “Tiene dos coágulos de sangre y una cuarta parte del cerebro sin vida”, detalló.

Su mamá asegura que “no hay explicación alguna, porque todo pasó muy rápido“. Describió, además, cómo sucedieron los hechos.

“Yo me fui a trabajar a las 2 de la tarde al gimnasio, ella estaba re bien, sonriente como siempre y como cualquier bebé. Así que me fui y quedó con mi esposo que es su papá. Me llama a la hora y me dice que me fuera urgente al hospital”, relató.

Acto seguido, detalló la mamá de Rubí, “agarré el auto y me fui, y ya estaba en terapia para ese momento, ahí vi a mi marido en estado de shockdestrozado, contándome como pudo que le había agarrado una convulsión muy fuerte, le había dado la mamadera y de repente se puso azul, él hizo los primeros auxilios y trató de reanimarla, pero como vio que no reaccionaba salió desesperado a la remisería para llevarla urgente al hospital”.

Contó que, en el trayecto, “mi marido le hacía RCP, no sabemos qué pasó, la llevaron de urgencia a terapia“.

En el lugar, los médicos les comunican que la beba estaba muy grave, pero destacaron que pudieron llevarla a tiempo. “La doctora nos dijo que la nena estaba muy mal, le hicieron todos los estudios, de pies a cabeza, y con la tomografía nos dijeron la terrible mala noticia que tenía coágulos”, explicó Alejandra.

“Vino el neurólogo que es de los mejores de Caleta Olivia, nos dijo que ella estaba entre la vida y la muerte, ‘no tenemos ni siquiera el 1 % para decirte que va a vivir’ dijo, y que necesitaba una operación de urgencia”, contó la mamá y señaló que “fue un balde de agua fría, no tuvimos opción y había que operarla si o si”.

La intervención duró casi tres horas. “Estuvimos rogandollorando, fue tan terrible. No había posibilidades de vida según nos dijeron, pero pensamos que fue una señal. Son horas críticas y ahora todo depende de ella, de un milagro“, describió angustiada su madre.

La familia pide una cadena de oración a toda la comunidad, “sin importar de qué ciudad son”, para que Rubí, finalmente, pueda salir adelante.

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