Cresto confirmó que continúan las gestiones para la obra de Emisario Marino Norte

La Municipalidad de Comodoro Rivadavia viene trabajando en la búsqueda de soluciones en materia de saneamiento. En lo que se refiere a la línea costera, avanzando en distintos proyectos para eliminar la contaminación.

Entre las obras propuestas, se encuentra la de emisarios marinos de zona norte, cuyas tareas contemplan, además del emisario submarino propiamente dicho, la construcción de un sistema de colectores cloacales, plantas de tratamiento de efluentes y estaciones de bombeo, por lo que, debido a su gran magnitud y complejidad, requiere de una fuerte inversión.

A principios de febrero, el intendente Juan Pablo Luque tuvo un encuentro con el ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis, durante el cual se acordó la firma del convenio para el financiamiento de la obra. Al respecto, el jefe comunal confirmó que el proyecto “ya recibió respuesta positiva desde lo técnico y legal”.

Este jueves, el administrador del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENOHSA), Enrique Tomás Cresto, confirmó que continúan las gestiones para que la ciudad petrolera cuente con la obra.

“Con el Intendente Juan Pablo Luque y el Vicejefe de Asesores de Presidencia de la Nación Julián Leunda, estamos trabajando para que Comodoro cuente con la tan anhelada obra de Emisario Marino Norte”, escribió en su cuenta de Twitter.

En tanto que de acuerdo a lo publicado por ADN Sur, el anuncio de la obra se dará en el marco de un nuevo aniversario de la capital petrolera, que se conmemorará el 22 de febrero.

La obra contempla un sistema de colectores cloacales que abarcará desde Km. 3 hasta Caleta Córdova, con sus respectivas estaciones de bombeo, derivando en una planta de pretratamiento, ubicada en el predio del emisario norte, que estará ubicado en barrio Don Bosco, donde, además, se recepcionarán y se tratarán los líquidos recolectados por los camiones atmosféricos. Luego, los efluentes pretratados son bombeados para su tratamiento final y posterior descarga en el océano, a 1500 metros de la línea costera.

Asimismo, la obra prevé un espacio para la futura construcción de una planta para la reutilización del agua, que servirá para uso forestal, y, de esta manera, reducir el consumo de agua potable, optimizando un recurso que no abunda en la zona.