Cuando De Los Santos rompió la paridad y dejó a Olímpico con cuatro puntos más que Hispano, ha quedado en el tiempo. Aquel encuentro infartante de la Liga Nacional entre Hispano y Olímpico donde Kelsey Barlow marcó 31 puntos. Esa noche fue la última función del celeste dirigido, en ese entonces, por Javier Bianchelli.

“El equipo estaba dando los rendimientos más altos. Había llegado a un punto muy bueno. Lo venía reflejando. Podría haber mejorado mucho más. Nos queda una sensación de amargura por lo que pudo haber sido”, dijo Sebastián Morales, una de las piezas claves de la Subcomisión de Básquet.

Ese equipo que, evidentemente, había levantado la cabeza en el tramo final y que, hasta ese partido en el Gimnasio Juan Bautista Rocha repleto, tenía un invicto de cinco cotejos sin perder de local. Ese 11 de marzo, sin dudas, se apagó la llama celeste.

O cuando, en la cancha Emilio “Pichón” Guatti, Jonathan Torres (delantero de Camioneros de Río Grande) le empató de penal a Boxing en el último minuto en un cruce que era dominado futbolísticamente por el albiverde , que tuvo todos los agregados hasta fue a puertas cerradas- y que finalizó 2 a 2 por el primer partido de la Segunda Fase del Torneo Regional Amateur.

Esa tarde nublada del 15 de marzo, la terna arbitral fue mirada de reojo por los dos equipos ante las polémicas decisiones que tuvo un final caliente. Ese día, la pelota dejó de rodar en el suelo algo gastado por el tiempo.

Boxing se había preparado para pelear, nuevamente, por el ascenso al Federal A. “La columna vertebral estaba bien armada. Con el Mono Martínez; Yori y Giménez; Alejandro Capurro, Villar y Ocho; Ponce y Arbello. Íbamos por el buen camino. Costó un poco al inicio, pero cuando agarramos ritmo, jugamos bien”, describió Carlos Padín, entrenador de Boxing Club.

Los dos clubes de Río Gallegos, que estaban en un gran nivel deportivo, fueron frenados hace seis meses por la pandemia por coronavirus que se desató y que, además, se descontroló en la capital santacruceña. “Cambia. Todo cambia”, cantaría la inolvidable Mercedes Sosa.

La utopía quedó atrás

La Subcomisión de Básquet no tuvo una tarea fácil. El camino al regreso se esclarecía, pero rápidamente se nublaba.

“Se trabaja todo sobre supuestos. No hay certeza. Con una crisis económica mundial muy dura. Hace que todo sea más difícil, sobre todo cuando el club la pasa mal. Fueron seis meses complicados. No estamos exceptuados de lo que pasa en la realidad del mundo”, deslizó Sebastián Morales.

Las presiones de la Confederación Argentina de Basquetbol (CABB) y la Asociación de Clubes (AdC) fueron constantes y se plantearon diversas opciones. Primero se confirmó que iniciaba este año, pero sin fecha confirmada.

Pero finalmente tuvo un resultado positivo: la Liga Nacional vuelve el 1 de noviembre, mientras que el fútbol argentino el deporte más consumido del país- aún no tiene fecha para retornar.

Hispano ya sumó ocho incorporaciones y en estos días se definirá el resto del plantel. El novedoso formato “burbuja” aún no tiene la sede oficializada. El plantel estaría completo antes de octubre y entrenarán, si el Ministerio de Salud de la provincia de Santa Cruz les permite, en Río Gallegos.

Desde el entorno del club, se ilusionan con superar las expectativas. El éxodo de jugadores, la falta de inversión por la crisis y la carencia de ritmo de los planteles puede ser un combo imprevisible. Podría ser una Liga con muchas sorpresas.

Siempre cambiando

El Consejo Federal había dicho en junio que en octubre se podía definir el Torneo Regional Amateur. Luego anunció que los entrenamientos regresaban el 7 de septiembre. Posteriormente retrotrajo la acción y se postergaron. Guillermo Raed, vicepresidente de AFA, dijo que el Regional se iba a disputar en agosto 2021 y que este, que quedaban 98 clubes en carrera, se suspendía. Pero al otro día aclaró que no está definido.

En esta falta de certezas se mueve Boxing Club. “La planificación previa y el tiempo son fundamentales para aspirar a tener una buena participación. Con tantos sobresaltos, me parece que no estamos en condiciones de jugar”, dijo Roberto “Tito” Velásquez, presidente del albiverde.

En el ambiente del fútbol federal -y por supuesto en Boxing- preocupa el trabajo que le brinda la competición a diversas personas.

“No sé qué va a pasar -expresó Padín-. No se sabe absolutamente nada. Si lo vamos a jugar. Si se va a terminar este o si directamente empezarán otro. Es una incertidumbre total”.

El denominador común entre Hispano y Boxing fue el gran momento deportivo que atravesaban cuando la pelota dejó de rodar.

Hoy se presenta una realidad totalmente distinta: el celeste se anima a soñar y, por otro lado, el albiverde busca respuestas donde, quizá, no las encuentre.

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