Este jueves por la mañana se realiza el juicio por un hecho que conmocionó a El Calafate en el año 2019. Se trata de un intento de femicidio en el que, gracias al rápido y eficiente accionar policial, se pudo evitar una tragedia.
El hombre que llega a esta instancia de debate oral es Fernando Emanuel Alfonso, a quien imputaron por “Tentativa de homicidio doblemente calificado por el vínculo y por mediar violencia de género; privación ilegítima de la libertad y amenazas, todo en concurso real”, confiaron fuentes consultadas por La Opinión Austral. Con esta calificación llega la causa al debate, que se iniciará hoy a las 09:00 en la Cámara Oral de Río Gallegos.
El caso se remonta al miércoles 25 de septiembre de hace tres años atrás. Una mujer del barrio Industrial de la villa turística fue encerrada por su pareja. El hombre la tuvo cautiva por dos días, hasta que el llamado de un vecino alertó a la Policía.
El debate se iniciará hoy a las 09:00 horas en la Cámara Oral de
Río Gallegos.
Quien llamó manifestó escuchar ruidos y pedidos de auxilio, pero no pudo precisar de qué domicilio provenían. Fue así que el personal de guardia de la Comisaría Segunda debió actuar con celeridad para poder determinar qué estaba sucediendo y, principalmente, dónde se estaba necesitando la ayuda.
Los primeros en intervenir fueron los policías Exequiel Cuello, Brian Alejo Casco y Adela Vaca. El primero de ellos se bajó del móvil policial y buscó a pie, casa por casa, preguntándoles a los vecinos si escucharon algún ruido extraño o si había algún inconveniente.
Fue así que llegó a la casa en cuestión, donde estaba el violento junto a la mujer retenida. Cuando le abrieron la puerta, la mujer fue encontrada con su rostro y torso con sangre. Dijo que su pareja la quiso matar y de inmediato la sacaron de allí.
Pudo reconstruirse que, tras una pelea, Alfonso la retuvo contra su voluntad y cuando ella intentó escapar, la atacó por la espalda, apuñalándola en el cuello.
Hubo un rápido y eficiente trabajo policial. La mujer fue rescatada y el hombre no murió desangrado.
Él también se autoflageló, lesionándose de igual manera en el cuello. Quiso suicidarse. “De acá no sale nadie vivo”, trascendió que le dijo el hombre a la mujer, empuñando un cuchillo. La herida fue cerca de la aorta.
Toda la situación se dio mientras ambos estaban al cuidado de su hija, de sólo cuatro años de edad, quien fue testigo de toda la lamentable y violenta situación.
Cuando el agresor vio al policía, le tiró un “puntazo” con el cuchillo.
El estado de alteración del hombre era muy alto y el personal debió proceder con cautela. Él, sangraba por la lesión que se provocó con un cuchillo, por lo que no era conveniente demorarlo utilizando el uso de la fuerza. Se intentó entablar un diálogo con él para hacerlo entrar en razón y que desistiera de su violenta actitud.
Los primeros interventores llamaron rápidamente al encargado del área judicial de ese entonces, oficial Juan Ramón Alcaraz, quien llegó a los pocos minutos para poder encargarse y colaborar con el procedimiento.
Alfonso sangraba mucho. Gracias al correcto accionar de la comitiva policial, este pudo ser aprehendido sin que se siguiera lastimando con el cuchillo que poseía. Tampoco, los policías resultaron heridos.
Antes de que llegara la ambulancia, el hombre entró en paro cardiorrespiratorio. Los médicos del Hospital Samic, lograron salvarle la vida. Asimismo, la mujer fue atendida por la herida cortante y los golpes sufridos.
Hoy, parte de los efectivos policiales que intervinieron aquel día, prestarán declaración testimonial ante los jueces del Tribunal, entre otros testigos citados por la Justicia. Lo harán a través de videoconferencia. Se espera, también, que el imputado pueda ampliar su declaración indagatoria.
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