Nahir Ojeda cursaba un embarazo normal hasta que en un control de rutina los médicos descubrieron que el bebé no tenía suficiente liquido amniótico y fue necesaria una internación de urgencia.

Así fue que Ander Bastián nació el pasado 5 de marzo en Río Gallegos, capital de Santa Cruz. Pesaba sólo 1,280 kg. y cuatro días más tarde debió ser derivado por un grave cuadro de desnutrición. Desde ese momento permanecía internado en el Sanatorio Finochietto de Ciudad de Buenos Aires.

Hace una semana, cuando cumplió su primer mes de vida, Ander alcanzó los 2,290 kg. y logró el alta ambulatoria.

Continuó recibiendo hierro y vitaminas para colaborar con la pronta recuperación en su peso. Este miércoles, Nahir había anticipado a La Opinión Austral que su peso se había incrementado a 2,510 kg.

La mejor noticia llegó con el último control, cuando este jueves la balanza marcó 2,660 kg. “Le dieron el alta definitiva“, confirmó Nahir este viernes a La Opinión Austral.

“Cuando recibimos la noticia lo primero que sentimos fue felicidad de saber que subió bien de peso sin estar internado. Además, nervios y ansiedad de que ya podemos retornar y que sus hermanitos lo van a poder conocer”, expresó.

Es que los hermanos mayores de Ander, de 7 y 3 años, no tuvieron oportunidad de conocer al pequeño.

Nahir detalló que ahora aguardan la respuesta de la obra social y los pasajes para poder regresar a casa.

“Todavía no tengo fecha, desde ayer estoy a la espera de una respuesta desde la obra social”, contó.

Además, consultada respecto al tratamiento que deberá continuar su bebé, adelantó que “cuando llegue a Río Gallegos va a tener turno con el pediatra de allá, que es el pediatra de mis otros dos hijos, para llevarle todos los informes de todos los estudios que le hicieron acá”.

Cerrando, señaló que en Río Gallegos: “Nos esperan nuestros hijos, mi suegra y mi abuela”.

EN ESTA NOTA ander

Leé más notas de La Opinión Austral

Ver comentarios