El faltante de cigarrillos continúa haciendo estragos en la sociedad. Día a día crece la histeria entre vecinos, comerciantes y distribuidores que no pueden acceder a la venta de los paquetes para la comunidad.

Las fábricas estuvieron paradas desde el 16 de marzo y sólo quedaron en los depósitos algunas cajas que ya fueron distribuidas, los cartones vendidos y los cigarrillos, fumados. Hace unos días las fábricas han vuelto a andar y se espera que en el tiempo cercano “todo vuelva a la normalidad”.

Aunque las fábricas estén funcionando al 100 por ciento, todavía falta mucho para que la distribución y venta vuelva a los estándares previos a la pandemia. Distribuidores consultados por La Opinión Austral adelantaron que el parate de dos meses tienen un efecto directo en la producción de cigarrillos, por lo que, para que todo vuelva a ser como antes, deberá pasar el mismo tiempo.

 

Santa Cruz representa el 0,5 por ciento del consumo de cigarrillos en el país

 

En Río Gallegos, por día, se vende un total de diez mil atados y a nivel nacional, Santa Cruz representa sólo el 0,5 del consumo de cigarrillos. Teniendo en cuenta esos datos y la distancia con las fábricas, podríamos ser de los sectores más postergados para que se normalice la situación.

Por estos días hay filas de comerciantes en inmediaciones de las distribuidoras y luego las mismas se replican en los kioscos, pero por consumidores. Los pocos atados que llegan a los kioscos se los llevan en cuestión de minutos y, según denunciaron algunos vecinos, se ven precios exorbitantes.

 

Según distribuidoras, diez mil atados de cigarrillos son vendidos por día en Río Gallegos

 

Los cigarrillos que llegan a Río Gallegos no se quedan todos en la ciudad capital, sino que una parte va hacia localidades del interior, hasta la ciudad de Gobernador Gregores. Según indicaron los distribuidores, se hacen los mismos pedidos que en el tiempo pre pandemia, pero sólo llega un 30 por ciento de ellos.

Valen oro

Los cigarrillos no tienen precio obligatorio, sino que es “sugerido” y, en estas épocas de pandemia, algunos coronavivos aprovechan la situación y están vendiendo los atados a precios inimaginables.

De acuerdo a un relevamiento que hizo La Opinión Austral a través de las redes sociales, se pudo ver que algunos vecinos llegan a vender atados hasta por 500 pesos, hablando de cigarrillos que en épocas normales no cuestan más que un billete de 100.

La situación genera histeria entre los consumidores y quienes venden. Algunos han llegado a intentar escrachar a quien quiere sacar rédito de la situación, creando un escenario polémico y casi irrisorio si no estuviéramos hablando de una adicción. Esto tampoco pasa desapercibido para los distribuidores, que entienden la situación de desesperación que pasan algunos consumidores y la histeria generalizada en la sociedad, por lo que auguran que la situación se normalice.

 

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