La comunidad de Puerto Deseado se encuentra llevando a cabo una campaña solidaria para ayudar a Celeste, una vecina de Tellier que está atravesando una situación muy complicada.

El caso de ella es muy particular y tiene un trasfondo delicado. Debió irse de la localidad donde vivió los últimos siete años porque una de sus hijas fue abusada sexualmente por su pareja de ese entonces. En los últimos días, su vivienda fue totalmente desvalijada, a escasas horas de tener que regresar.

 

Es oriunda de Trelew. Al ponerse en pareja con este hombre se instalaron a vivir en la pequeña localidad ubicada sobre la ruta 281, a unos 20 kilómetros de la ciudad portuaria. Por el trabajo de él -en el campo- y tras una serie de trámites y papeles presentados, lograron poder habitar la casa de la escuelita. Un requisito hizo que debiera trabajar allí.

Un grupo feminista de Puerto Deseado la está ayudando en este dificil momento.

Juntos tienen una hija de 5 años. Ella en total tiene tres. Fue en el cumpleaños de una de ellas cuando la mayor de las niñas se quebró y contó que su pareja la abusaba.
La causa se inició en septiembre y él fue procesado “por abuso sexual agravado por el vínculo y la convivencia”, dijo Celeste en diálogo con La Opinión Austral.

“Vivía con mis tres hijas menores de edad y mi (ex) pareja, que está acusado y procesado por abuso. Por este resguardo de las víctimas y violencia, el área de Género nos mandó a Trelew un tiempo hasta que mi hija termine de procesar todo esto”, recordó en su entrevista.

“Ahora es tiempo de regresar, el miércoles tenemos que tener todo listo para volver”, dijo. El mayor inconveniente es el económico. No hay transporte de larga distancia y debe costear un vehículo particular que la traiga nuevamente a Tellier.

 

La Cámara Gesell dio positivo y su expareja
fue procesada por el
abuso sexual.

 

“Estamos recolectando plata para que Celeste y sus hijas puedan volver a su casa”, reza el mensaje difundido por el grupo de mujeres feminista deseadense que la apoya. Difundieron el CBU de ella, para transferencias: 0110412130041202586715. Los interesados en colaborar pueden hacerlo ahí. “Todo suma”, agradecieron.

En referencia a la causa de abuso, Celeste valoró que todo fue “muy rápido” en el Juzgado Penal del Dr. Oldemar Villa, y que en menos de un mes “se hizo la Cámara Gesell y todo, pero ahora con la feria judicial quedó todo en la nada”.

“Desde el minuto uno tuvimos custodia policial en casa para nuestro resguardo, y nos enviaron acá a Trelew, que implicó dejar nuestra casa, y él anda libre...” lamentó.

Sostuvo que está vigente la restricción perimetral, pero que, en Tellier, “es como nada”, entendiendo que su expareja, que trabaja en el campo, “puede acceder por cualquier lado y sin que nadie lo controle. Ese es el miedo que nosotros también tenemos”.

“Mi nena sigue con su tratamiento psicológico por sus ataques de pánico que tiene cada noche”, agregó, al apuntar que “es un horror volver y que esa persona siga libre con todo lo que hizo”. El próximo 1 de diciembre “tenemos una audiencia judicial por esta causa”, uno de los motivos por los que regresan.
Por último agradeció a todos los que la apoyan y a las mujeres que “pudieron lograr que el día miércoles nos lleven a nuestra casa”.

Cuando llegue deberá afrontar la reconstrucción de la misma. “Una amiga la cuidaba, pero fue a la noche. Rompieron puerta y ventanas y se llevaron de todo, electrodomésticos, ropa, de todo…”, lamentó.
Hoy, su mayor preocupación es cuidar de sus hijas y necesita ayuda.

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