La provincia de Santa Cruz, pero principalmente Río Gallegos, terminan una semana complicada en el marco de la situación epidemiológica que afecta a todo el país y el mundo.

La capital provincial ya ha superado los 200 casos de coronavirus, y las autoridades provinciales y municipales trabajan codo a codo para revertir la situación, haciendo hincapié en el mensaje de siempre, brindado desde el día uno: cuidarse para cuidar el otro, y que al virus lo vencemos entre todos.

El Ministerio de Salud informó que ayer -hasta el cierre de esta edición- se registraron cuatro nuevos casos en Río Gallegos, lo que representa un total de 262 personas contagiadas en Río Gallegos. A nivel provincial, se suman dos vecinos de El Calafate y San Julián, para completar los 264 casos activos en Santa Cruz.

En este contexto, el ministro de Gobierno Leandro Zuliani habló ayer en Radio Provincia y aseguró que están trabajando de manera conjunta y coordinada no sólo con Río Gallegos y su intendente Pablo Grasso, para hacerle frente a este difícil momento, sino con todos los municipios y comisiones de fomento de la provincia.

Enumeró las acciones tomadas por el Ejecutivo tras el brote de COVID-19 en Río Gallegos, a partir del 16 de julio, cuando primero aplicaron medidas restrictivas en otras localidades a personas que tenían como origen la capital, o que quienes ingresen cumplan estrictamente una cuarentena.

También, luego, el decreto de la gobernadora Alicia Kirchner cuyo “espíritu del mismo tiene que ver con la limitación de la circulación de las personas por la terminación del DNI; los nuevos horarios para los comercios; se prohíben las reuniones familiares y sociales; la visita a plazas, parque y circuitos; se suspende el casino y salas de juego y de dispensa a la administración pública”, resumió.

Camas

Consultado respecto a la situación de los hospitales, dijo que “la ocupación de camas a nivel provincia es del 40 por ciento y en Río Gallegos del 50 por ciento. La edad media de los contagiados es de 34 años. Este no es un dato menor porque nos indica que las personas que se contagian son jóvenes, por lo cual se puede intuir que esta debe a una cuestión de relajamiento de todos. Tal vez las reuniones familiares o sociales dieron un ámbito de confianza y eso provocó este brote. Los contagios no sólo se produjeron en el ámbito familiar y social sino también en el laboral”, remarcó.

Trabajo interdisciplinario

En cuanto a la labor con otros funcionarios, subrayó que se trabaja de “manera interdisciplinaria con la ministra de la Producción Silvina Córdoba porque entre las actividades esenciales está la minería, pesca, hidrocarburos”, así como también con el ministro de Seguridad, Lisandro de la Torre “para ver los ingresos y egresos a cada uno de los pueblos”, y la ministra de Desarrollo Social, Bárbara Weinzettel “porque es quien aborda las necesidades de los vecinos y vecinas”, detalló.
“La verdad que se ha hecho un trabajo articulado y arduo que nos dio como resultado todo este tiempo una curva siempre estable. Ahora tenemos este brote en Río Gallegos y es una situación que estamos viendo a lo largo y ancho del país y ahora nos toca a nosotros. Estamos preocupados y ocupados tratando de coordinar acciones con el municipio que puso en funcionamiento el Observatorio Municipal de Emergencia. Desde allí se colabora con relación a los casos positivos y sospechosos”, recalcó.
“Lo que se analizó al momento de insistir en algunos hábitos en el marco del distanciamiento social, obligatorio y preventivo, se tuvieron en cuenta dos cuestiones, los contagios se produjeron en el ámbito familiar y laboral. Hoy sabemos que empezó por esos lugares a darse el brote. Entendemos que el comercio y el resto de las actividades se han manejado bien y respetaron los protocolos. Al tener el cincuenta por ciento de los vecinos transitando por las calles de acuerdo al DNI y las otras medidas que se tomaron, creemos ques la forma de poder mitigar el impacto del virus en Río Gallegos”, agregó el ministro.

Responsabilidad social

En ese punto, llamó a la “responsabilidad individual” entendiendo que “la de todos y todas, nos da una responsabilidad social”, añadiendo que “los decretos no son más que normas, pero si nosotros no nos cuidamos y cuidamos a nuestros vecinos y vecinas, no vamos a poder mitigar el virus. El mismo vino para quedarse y hay que respetar la distancia, lavarse las manos, no tocarse la cara, ventilar los ambientes y usar tapaboca y nariz y aprender a convivir con el virus”, concluyó.
En ese mismo sentido, el ministro de Salud Juan Carlos Nadalich aseveró que “la cuarentena es la herramienta que tenemos frente al virus” y puso en valor a quienes han cumplido con las medidas sanitarias.
Tras esta semana, reflexionó que “lo que nos puede ayudar en este momento es la solidaridad”, marcando que el logro “importante a observar” será que en los próximos días “vamos a empezar a decir que una persona nos dio de alta, que un grupo familiar que había sido positivo estará de alta y que muchas personas positivas, por determinadas circunstancias, ahora están de alta”.
“Todo esto se debe a una serie de acciones donde estuvimos alerta, trabajamos frente a las dificultades, fuimos atacando los distintos problemas y juntos vamos a salir de esta situación. Cuanto más juntos estemos, ese proceso se hará más fácil”, aseguró.
El ministro aseveró que “el mes de agosto nos tiene que encontrar con ese espíritu” y sostuvo: “Esta semana tenemos que tomar la opción, o estamos mirando de afuera el problema o nos metemos adentro. No es indistinta la opción que yo tomé. Todos podemos hacer nuestra parte, por omisión o acción”.

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