Mientras las familias más vulnerables de la ciudad esperan a que se reactive la entrega de carbón proveniente de YCRT, el frío ya se instaló y se siente.

Tal es el caso de la familia de Anahí, una mujer que vive en el barrio Los Lolos y que, con cinco hijos varones, intenta paliar las bajas temperaturas con lo que tiene.

El Municipio, según explicó Anahí a La Opinión Austral, no les está enviando leña para calefaccionarse y todo lo que consiguen para templar el hogar es a través de la Red de Mujeres Solidarias del Bº San Benito.
“Nos las rebuscamos con leña, Graciela nos trae lo que consigue, es la única persona que se acordó, somos alrededor de 100 familias entre las manzanas del barrio que nos calefaccionamos así”, sostuvo la mujer.

En Los Lolos son unas 100 las familias que necesitan carbón para soportar el frío

Sin embargo, Anahí remarcó que tanto ella como su marido y sus hijos están en buenas condiciones de salud.
“Gracias a Dios, estamos bien, no nos hemos enfermado ni nada”, relató.

Contó que convive con sus cinco hijos varones y su esposo y que, si bien están todos bien, el frío se siente fuerte en esa zona.

“El año pasado habíamos conseguido carbón, pero este año todavía no pudimos”, explicó. Resulta que, en plena crisis por la pandemia, YCRT aún no realizó el envío que suele hacer año a año para ayudar a los barrios periféricos de Río Gallegos.

El problema es que la temperatura bajo cero llegó antes del comienzo del invierno y con ello, las familias deben readaptarse y calentar el hogar con lo que se tiene al alcance.

“El frío es muy fuerte de este lado, ya que estamos cerca de la laguna. Como no tenemos gas, somos muchos en la misma situación”, detalló.

Desde YCRT aún no han enviado el mineral para proveer a barrios periféricos de la ciudad

El medio intentó comunicarse con referentes del Municipio para conocer cómo es el trabajo en las zonas de la periferia, pero no hubo respuestas al respecto.

“En mi caso, mi casita es de pura chapa, estamos entre chapa y chapa, no logré hacer abrigar mi vivienda, entonces por la noche el frío está tan crudo que dormimos enroscados”, indicó en relación a cómo intentan resolver el problema del frío.

Abrigarse “como osos”

“Nos tenemos que abrigar como osos, nos ponemos las camperas y mis niños duermen de dos en dos, para poder calentarnos un poquito más”, explicó.

Además, agregó: “Calefactores no tenemos, en mi caso, tengo uno de una sola vela, es una pieza de 7 por 5 metros y no nos abastece, está muy frío”.

En el caso de Anahí, como el de otras familias de Los Lolos, se ayudan entre sí para sobrellevar el crudo invierno.

Es que en tiempos de pandemia, la solidaridad es la “punta de lanza” para afrontar las condiciones en las zonas más complicadas de la ciudad.

“Nos ayudamos entre nosotros y nos repartimos las cosas. Nos traen víveres, ropa o vamos a retirar al roperito y lo repartimos igual”, sostuvo la vecina de Los Lolos.

“Si traen pan también, en esta pandemia nos trajeron barbijos, después siempre nos ayudan con todo lo que necesitemos y esté al alcance de la mano de quienes colaboran”, explicó Anahí para concluir.

 

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