“El miedo de la mujer a la violencia del hombre es el espejo del miedo del hombre a la mujer sin miedo” fue la frase con la que el escritor Eduardo Galeano terminó el prólogo de un tema de la banda No te va a Gustar en relación a los femicidios, las causas y las razones por las que algunos cobardes deciden arrebatarle la vida a sus parejas.

El “miedo”, la “libertad” y la “felicidad” fueron términos que se repitieron este lunes en la Cámara Oral de Río Gallegos en torno a un juicio por un femicidio que se registró el 15 de abril del 2020 en una casa de Piedra Buena.

Jesica Minaglia fue asesinada en 2020, en plena pandemia.

Se trata del caso de Jesica Minaglia, la maestra que ya se ha transformado en un emblema en la lucha contra la violencia de género y que perdió la vida en manos de Pablo Núñez, su expareja que prestaba funciones como suboficial de la Policía de Santa Cruz.

Los términos arriba mencionados son por los testimonios que se dieron en el debate de valoración de pruebas. Seres queridos, amigos y familiares de Jesica dijeron que ella se mostraba feliz, renovada y hasta con ganas de “arreglarse aunque sea para ir al supermercado” como remarcaron varios, teniendo en cuenta que, por esos días de cuarentena estricta, no había mucho para hacer.

Pablo Núñez en el juicio. FOTO: JOSÉ SILVA / LA OPINIÓN AUSTRAL

Tal como lo había adelantado La Opinión Austral, de manera exclusiva, el tribunal estuvo conformado por María Alejandra Vila como presidenta y Joaquín Cabral junto a Jorge Yance, ambos como vocales titulares. Los nuevos abogados de Núñez fueron Mauricio Mariani y Santiago Pinto.

Por la querella estuvo Enrique Papa; por Fiscalía, José Antonio Chan y Analía Molina como jefa de despacho. Además, como Ministerio Complementario estuvo Rita González y la fiscal de instrucción de Piedra Buena Julieta Ramos.

Afiliados de ADOSAC en cercanías de la cámara. FOTO: JOSÉ SILVA / LA OPINIÓN AUSTRAL

Con un ligero retraso, pasadas las nueve de la mañana y bajo un fuerte operativo policial comenzó el debate. Afuera, afiliados de ADOSAC (Asociación Docentes de Santa Cruz) se manifestaron pidiendo justicia y una condena ejemplar contra el acusado.

En paralelo, desde Benigno Fernández y Gobernador Lista de Piedra Buena, lugar donde ocurrió el hecho, amigos de Jesica replicaron la manifestación.

Cabizbajo, con un saco oscuro, una camisa color azul policial y jeans vaqueros rectos, Núñez fue ingresado esposado al recinto. Mantuvo esa postura durante todo lo que duró el debate. Apenas si levantó la mirada cuando tuvo que identificarse y decidir no declarar por recomendación de sus abogados.

“Justicia por Jesi”, en las remeras de los familiares. FOTO: JOSÉ SILVA / LA OPINIÓN AUSTRAL

Con la mirada en el suelo o a los papeles que tenía en frente, solo en un momento se lo vio conmovido: cuando escuchó el testimonio de Nelly González, madre de Jesica al recordar como era la relación que su hija tenía con el ahora expolicía.

También hizo lo propio Carola Zabala, abogada del Ministerio de Género Provincial. En las sillas para el público también estuvo Joaquín Minaglia, hermano de Jesica. Desde que vio entrar a Núñez sus ojos se inyectaron y con una mirada de furia se quedó viendo al femicida casi sin pestañear y mordiéndose los labios durante varios segundos.

La tapa del día después del crimen.

Santiago Luis Pinto realizó un descargo solicitando que se impugnen dos pruebas fundamentales para la causa: el de las suelas de las zapatillas que le secuestraron a Núñez que lo ubicarían en el lugar del suceso y el de las testimoniales tomadas a los familiares de él.

De esta manera, toda la causa caería por la doctrina del “fruto del árbol envenado”. La Fiscalía y la querella rechazaron la petición mientras que el tribunal dijo que resolvería al momento de la sentencia.

FOTO: JOSÉ SILVA / LA OPINIÓN AUSTRAL

Nelly fue la primera en dar su versión de los hechos. Cabe recordar que ella fue la primera en entrar a la morada y fue coincidente con lo que había dicho en instrucción. “Estaba muy nervioso, él quería que yo sea la que encuentre a mi hija. Después cuando él llego, estaba completamente frío en ningún momento cambió la postura”.

Por otro lado, tanto Ian Minaglia -otro hermano de Jesica- y sus amigas, dijeron que, desde la muerte de su padre, ella había hecho un click en su vida: quería ser feliz y, llegar a eso, implicaba dejar una relación en la que “no avanzaba y que no se sentía querida”, tal como indicó una de sus amigas.

La manifestación se replicó en Piedra Buena. FOTO: TU HORA PIEDRA BUENA

Núñez no habría aceptado el fin de la relación y hasta iba a la casa de Jesica a revisar atrás de la cortina del baño y en la pieza. “No es que había otra persona, ella ya no se sentía amada ni sentía nada por Núñez, es lo que ella me había dicho”, aseveró una amiga.

Para el martes se esperan testimonios mucho más técnicos de profesionales que trabajaron en la instrucción de la causa y, recién el miércoles, se conocerán los alegatos y los potenciales pedidos de sentencia contra el acusado.

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