La Municipalidad de Pico Truncado, a través de la Fundación Hidrógeno Santa Cruz y de la Asociación Argentina del Hidrógeno, construyó en el año 2003 la primera Planta Experimental de Hidrógeno de Argentina y de América Latina, en la que se construyeron prototipos homologados de celdas de combustible, electrolizadores, almacenadores de hidrógeno en base a hidruros, conversión de motores ciclo OTO para funcionar con combustible hidrógeno y quemadores catalíticos para uso del hidrógeno como combustible.

Con altibajos la planta fue inaugurada formalmente el 17 de octubre de 2005, comenzando a funcionar a pleno. Meses antes, se anunciaba que se había logrado realizar con éxito la primera prueba de un electrolizador para la producción de hidrógeno y oxígeno, donado por la Universidad Trois Riviere, de Quebec, Canadá.

“La prueba fue un éxito. Solamente se buscó verificar el funcionamiento del electrolizador, ya que todavía la planta no está lista para almacenar hidrógeno y oxígeno. Recién lo estará en abril”, contó en aquel momento el físico Juan Carlos Bolcich, presidente de la Asociación Argentina del Hidrógeno e impulsor de la Planta.

Única en Latinoamérica

El especialista anticipaba que “el hidrógeno está considerado uno de los combustibles del futuro, aunque todavía su desarrollo y manejo es nuevo en el mundo”. Un año después de su inauguración formal, en septiembre de 2006, desde la planta se lograba no sólo generar sino también almacenar el hidrógeno, completando un proceso productivo, nunca antes realizado América Latina.

El hidrógeno verde gana cada vez más presencia como un combustible del “futuro”

Entonces se encaró la segunda fase, más ambiciosa: transformar la planta de experimental a industrial. Se buscó nuevo equipamiento y el interés de inversores. Empresarios y científicos japoneses llegaron a demostrar interés en el proyecto.

Esto se potenció, con la promulgación de la ley 26.123 de Promoción del Hidrógeno que dispuso la creación del Fondo Nacional de Fomento del Hidrógeno (FONHIDRO). En octubre de 2013, se ponía en marcha la estación de servicio para carga de hidrógeno y gas natural. Para lograrlo se obtuvo financiamiento del Gobierno Nacional y Provincial. Vehículos del Municipio fueron convertidos al hidrógeno y circulaban en la ciudad a base de dicho combustible.

En febrero desde el IESC se anticipaba que se volvería a poner en marcha la planta

Por aquellos días, la industrialización final dependía exclusivamente de conseguir el financiamiento. El tiempo pasó y llegó, en 2015, el cambio de gestión. Hubo denuncias cruzadas y la planta entró en una paralización total, y llegó a terreno judicial.

Recién en febrero de este año, con un nuevo cambio de gestión en el Municipio de Pico Truncado, en una visita del titular del Instituto de Energía de Santa Cruz, se renovó la esperanza de volver a ponerla en marcha. Matías Kalmus le solicitó al Municipio que desarrolle un plan integral de trabajo para determinar cómo recuperar la producción. Se esperaba terminar el mismo entre marzo y abril, pero la pandemia hizo lo suyo.

Futuro “verde”

El hidrógeno es considerado el combustible del futuro. Quienes así lo creen afirman que paulatinamente sustituirá a todos los combustibles fósiles actuales, a partir de la afirmación de que es el elemento más abundante en el universo. Utilizado en la refinación del petróleo, hoy la demanda mundial (en tiempos de normalidad) es de más de 70 millones de toneladas anuales.

Pero la casi totalidad del hidrógeno actual se produce a partir del gas natural y el carbón. Pero también se logra a partir de la electrólisis del agua. Si la electricidad necesaria para ello se toma de fuentes renovables, como la eólica, la obtención del hidrógeno es “verde” y se transforma en un proceso limpio, sin emisiones. Ubicada al lado del parque eólico (también deteriorado), con la inversión necesaria, la Planta Experimental podría recuperar todo su potencial.

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