Graciela Suárez, referente del merendero de la Red de Mujeres Solidarias del San Benito, señaló que necesitan colaboración de la comunidad tras el incendio que tuvo lugar en la sede.

Es que el sábado se prendió fuego parte del merendero que brinda la copa de leche a los chicos del barrio y zonas aledañas.

El dueño les pidió que se fueran y hoy necesitan un espacio donde guardar sus cosas.

En diálogo con Radio LU12 AM680 y FM Láser 92.9 Río Gallegos, la referente barrial explicó que aún se encuentran gestionando materiales para construir su propia sede.

Tras el incendio, continúan dando la copa de leche a los más de 200 chicos del barrio, pero sólo para que retiren del lugar, dado que el espacio no cuenta con calefacción.

Sobre el desalojo

Graciela contó sobre el accidente: “El día sábado fuimos al comedor con las mujeres para clasificar camperas y frazadas y repartirlas caminando por el barrio. Estamos sin gas en el comedor por una fuga a raíz de una mala instalación. Así que, por prevención, nos sacaron el medidor”, detalló la referente.

Al hacer mucho frío -continuó-, “decidimos hacer fuego para calefaccionar y preparar todo para salir”. Cuando hicieron el fogón, no notaron que las llamas recalentaron un caño y que, posteriormente, tomaron la membrana y parte de los tirantes.

“No nos percatamos del humo, pero en un momento gritaron que venían llamas, fue todo tan rápido. El esposo de una de las mujeres comenzó a tirar agua y los vecinos llamaron a los Bomberos, que llegaron enseguida”, relató.

Minutos después llegó el dueño del lugar prestado que tienen en el San Benito. “Nos dijo que le quemamos la casa, que le teníamos que pagar. Nos pidió que saquemos todo, así que las referentes cargaron la ropa y colchones para repartir. Quedaron las cosas del comedor, el problema es que tenemos que sacar todo antes del jueves para desocupar el salón, ya que el dueño nos dijo que no quiere saber nada”, señaló Suárez.

Con este problema a la vista, la referente barrial solicita ayuda a la comunidad para que les presten un espacio donde guardar las cosas. “Sólo para guardarlas hasta tener nuestro lugar propio”, concluyó.

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