Llegaron las fiestas y, como cada año en esta época, vuelve a avivarse la discusión por el uso de la pirotecnia en la ciudad de Río Gallegos y en el resto de las localidades de la provincia de Santa Cruz.

Pese a que en la capital santacruceña hay una ordenanza vigente que prohíbe y sanciona la venta y el uso de los elementos de alto impacto, hay algunas personas que todavía continúan “festejando” haciendo explotar alguna bomba de estruendo o lanzando al aire cañitas voladoras.

¿Los principales perjudicados? Las personas -principalmente niños- con Trastorno del Espectro Autista y los animales.

Sobre qué medidas tomar para disminuir el impacto sonoro que producen los fuegos artificiales, el secretario de la Fundación TEA de Río Gallegos, Ariel Fuentes, habló con el móvil de LU12.

Marcó la importancia de utilizar “protectores auditivos, conocidos como sordinas”, y dijo que se puede identificar el domicilio donde hay una persona con TEA con una cinta azul “o con un elemento de este color, que es la manera de comunicar que hay personas con este diagnóstico; esto va unido a un trabajo de educación de la comunidad, de nada nos sirve a nosotros poner una cintita de color si nuestros vecinos no saben el significado”, sostuvo.

Por ley, está prohibida la venta de pirotecnia de fuerte estruendo, como las bombas, petardos y “todo lo que sea con mechas”, recordó Fuentes, al señalar que “sí se permite el uso de elementos que estallan por fricción, como fosforitos o las estrellitas”.

La ordenanza que regula en nuestra ciudad es la N° 8.486 “Pirotecnia Cero”, que habilita al Municipio a realizar controles del uso, pero fundamentalmente de la venta.

En su artículo 3° marca que en caso de incumplir con la normativa vigente se aplicarán las correspondientes sanciones, que incluyen multas, decomiso de mercadería y clausura del local que se halle en falta.

El área comunal que trabaja en ese sentido es la Secretaría de Comercio y, según pudo conocer La Opinión Austral, hay no más de cinco locales habilitados para comercializar pirotecnia.

Lo que más preocupa a las autoridades cuando llegan estas fechas es la cantidad de personas que se dedican a la venta ilegal a través de las redes sociales, principalmente Facebook, y que obviamente ofrecen al consumidor todo aquello que la ley prohíbe y que los comercios en regla no pueden vender.

En este marco, el vocero de TEA llamó a la reflexión. “Hay que concientizarnos que con la pirotecnia, por más que nos divierta, hay grupos que se ven muy afectados por esta situación y tiene que ver con una cuestión sensorial y de sensibilidad a estos elementos. Espero que poco a poco nuestras comunidades vayan creciendo con respecto a lo que es la conciencia ciudadana y la solidaridad”, sostuvo.

Por último, consultado con respecto a la cantidad de vecinos que tienen diagnóstico TEA, dijo que no pueden arriesgar un número en virtud de que “nunca se ha realizado una encuesta de esta naturaleza en la ciudad”.

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