La Opinión Austral dialogó con especialistas en el tema para saber sus opiniones sobre el general del Ejército, señalado por el genocidio contra los pueblos originarios en la denominada “Campaña del Desierto”, que buscaba incorporar los territorios de la Patagonia al Estado Argentino. Esa campaña fue llevada a cabo entre 1878 y 1885, luego de la orden del presidente Nicolás Avellaneda. “Después del genocidio que hizo Roca con los pueblos originarios, el verdadero enemigo empezó a ser el obrero inmigrante que luchaba por sus derechos”, decía el periodista e historiador Osvaldo Bayer.

Quien acompañó a Bayer en ese objetivo fue Marcelo Valko, psicólogo egresado de la UBA, quien se dedica a la investigación sobre el genocidio indígena. En diálogo con Radio LU12 AM680 Río Gallegos, dijo que el hecho de que un grupo de vecinos “proponga en forma democrática cambiar a alguien que está en un pedestal, que en realidad tendría que estar en un prontuario, es algo para celebrar”, porque Roca “es un individuo que traicionó a la revolución de mayo reintroduciendo la esclavitud, repartiendo la muerte a miles de indígenas. Al sobrante lo mandaron a la isla de Martín García para morir, contaminada con viruela”, remarcó.

Pablo Beecher, periodista de LU12, historiador de las familias pioneras de la Patagonia y profesor, sostuvo que “hace algunos años surgió un movimiento anti Roca que busca a toda costa denostar la figura del ex militar y quitarlo de un plumazo del panteón de los próceres de la Patria. Como si la historia fuera construyéndose por buenos y malos”. Sin embargo, “algunas nobles misiones están teñidas por lo ideológico y la construcción de un relato banal y oportunista. Como si intentaran canalizar alguna frustración a través de un chivo expiatorio. En ese caso: Roca”.

 

 

Las Campañas del Desierto no se iniciaron con Roca. En 1833 y 1834 fueron las primeras campañas, expediciones militares al mando de Juan Manuel de Rosas al sur de Buenos Aires y La Pampa, contra los indígenas pampas, araucanos, tehuelches y ranqueles, para terminar con los malones indios, avanzar con la línea de fortines, rescatar cautivos e incorporar tierra para la ganadería y la agricultura, garantizando la soberanía en esos territorios. Entre 1878 y 1885 se realizaron nuevas campañas para incorporar definitivamente los territorios de una amplia zona de la región pampeana y la Patagonia oriental. No llegó la campaña a Santa Cruz. No era necesario porque las tribus más australes no constituían una amenaza.

Luis Milton Ibarra Philemon, escritor, historiador y titular del Archivo Histórico de El Calafate, agrega su aporte a este debate. “El monumento fue una donación de la familia Menéndez, fue una posición de los poderosos del momento, que es lo que se está revisando ahora, por eso la discusión hace bien. Si se conserva es como vestigio de una época donde se nos impuso un proyecto de provincia o de territorio que mayormente está impuesto por la oligarquía, representada por los descendientes de José Menéndez, que eran los Menéndez Behety”.

María de los Milagros Pierini es profesora asociada de Historia Argentina de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral y para ella “nadie es ni absolutamente malvado ni absolutamente bondadoso, y esa afirmación, que ratificamos a diario en las personas que nos rodean, rige también para los personajes destacados de nuestra vida política”.

Para la docente, la historia “no está hecha para juzgar, sino para iluminar o explicar el pasado por medio de los conocimientos. La historia no es una herramienta al servicio de los distintos sectores en pro de beneficiar y justificar sus propios intereses, que es, en síntesis, lo que le criticamos a la ciencia histórica del siglo XIX”.

Finalmente, Marcela Alaniz, coordinadora de Educación Intercultural Bilingüe, cree que “informarse, capacitarse más allá de las charlas, implica tiempo, lectura solitaria o compartida”, porque “ya tenemos antecedentes en nuestra provincia de cambios de nombres de instituciones. Hasta hace cuatro años atrás el Colegio 14 de Pico Truncado, que fue creado en plena época del proceso militar de 1979, se llamaba Centenario de la Conquista del Desierto. En el año 2014 comenzaron los debates y en 2016 se le cambió el nombre a Pueblos Originarios”.

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