Un hecho de amenazas calificadas se registró en las últimas horas en las afueras de la ciudad de Río Gallegos, y tuvo como saldo a un hombre demorado y su rifle incautado por orden de la Justicia.
El caso tiene como principales protagonistas a un puestero y a un capataz que trabajan en la estancia “Bella Vista”, establecimiento rural emplazado a unos cuarenta kilómetros de distancia de la ciudad capital.
De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, a través de fuentes policiales consultadas, se pudo establecer que todo comenzó en horas de la tarde del martes, cuando el capataz, junto a un peón, fue al puesto “El Diablo”, con el fin de dejar mercadería al hombre que se quedaba a cargo del lugar.
Allí llegaron cerca de las cuatro y media de la tarde. Fueron muy mal recibidos por el puestero. Este último se mostró agresivo y llegó a amenazar al capataz. Aunque se desconoce el motivo de la discusión, se supo que en un momento dado dijo que iba a ingresar al casco principal a buscar su rifle.
En consecuencia, el capataz y el peón se fueron del lugar y volvieron a la estancia. En el casco principal del establecimiento rural, le comentaron lo que había sucedido al administrador.
En consecuencia y con el fin de establecer lo que había sucedido, este último hombre tomó su camioneta y viajó hasta el puesto para dialogar con el trabajador rural que había proferido las amenazas y tratar de calmar el episodio, antes que todo esto pase a mayores.
Según indicaron desde la Policía, el puestero le dijo que no había pasado nada, que había un problema interno entre él y el capataz, pero que no había pasado nada grave, mostrándose tranquilo al hablar. En paralelo, la víctima de las amenazas decidió realizar la denuncia correspondiente.
En horas de la mañana del miércoles, el administrador tomó una decisión: desafectar al puestero y traerlo a Río Gallegos.
El encargado de la estancia se subió a la Ford F100 junto al puestero y comenzaron su viaje a nuestra ciudad capital. En este momento fue cuando el personal de guardia afectado al destacamento policial, dieron cuenta de la presencia de la camioneta.
Ante esto, los policías procedieron a interceptar al rodado para comentarles sobre la denuncia realizada contra el instigador y la decisión del Juzgado de Instrucción Nº 3, a cargo de Rosana Suárez. El magistrado dispuso que se realice una requisa personal al puestero y en la camioneta en la que se trasladaba.
Al realizarse la diligencia de requisa vehicular, entre las pertenencias del puestero, los efectivos encontraron un arma de fuego. Se trataba de un arma larga de fuego, tipo rifle automático calibre 22 con dos cartuchos de bala en un almacén cargador.
Respecto del puestero, fijó domicilio y siguió camino hasta Río Gallegos.
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