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En el Mes de Sensibilización sobre el Cáncer de Mama, el grupo Guerreras Rosa del Viento de Río Gallegos llevó a cabo una nueva edición de la Regata Rosa.
Guerreras Rosa del Viento es un grupo de mujeres sobrevivientes de cáncer de mama que se conformó en 2021 y se reúne para practicar el remo en bote dragón, una actividad que aminora los efectos secundarios de los tratamientos oncológicos y es, a la vez, un espacio de contención.
El ejercicio de estiramiento que se realiza al remar ayuda a recuperar movilidad, mejorar la postura y prevenir el linfedema, una afección que surge cuando en la operación extirpan los ganglios y se inflaman los brazos.
Este sábado, en el Día Mundial de lucha contra el Cáncer de Mama, Irma Montiel, Paula Carrillo, Marcela Moreno y Gloria Olivares remaron 8 kilómetros, pero no estuvieron solas, las acompañaron las voluntarias Nancy Páez y Alejandra Pérez, 15 kayakistas, una moto, dos gomones y un semirrígido de Prefectura Naval Argentina. Además, acompañaron Grupo GER y Pesca.
En esta oportunidad, el Grupo La Opinión Austral realizó la cobertura del evento desde la tierra y también desde el agua, ya que el reportero gráfico José Silva registro imágenes a bordo de una de las embarcaciones.
Emotiva bienvenida
Minutos después de las 13:00 y al grito de “¡Vamos guerreras!”, las palistas fueron recibidas por otras integrantes del grupo, familiares, amigos y la Banda del Ejército “Combatientes del Atlántico Sur”, que con su música celebró su arribo.
“Estoy muy contenta”, expresó Irma Montiel, impulsora del grupo y de la regata, a La Opinión Austral y amplió contando que “hoy bautizamos nuestro gomón, sale por primera vez, estamos re contentas, lo donaron el año pasado. Estamos muy emocionadas porque costó un montón, nos reunimos nuevamente con mis compañeras, hay una compañera que la está luchando y remó al lado mío. Quiero agradecerles a las chicas y las que están pasando por esto que vengan a remar con nosotras, no están solas“.
Por su parte, Gloria Olivares compartió: “Estoy emocionada, desde muy temprano levantada esperando este momento, este es el cuarto evento. Muy feliz”.
Consultada sobre qué momento disfrutó más, afirmó: “Salir y llegar, porque descargás todo lo que tenés, llegás contenta, con otra energía de querer volver a empezar. Hace muy bien, es muy buena la energía del agua, te ayuda un montón. Invito a todas las mujeres que se acerquen al grupo, nos cedieron un espacio en el galpón del borde costero, vamos a estar esperándolas para que se acerquen y con gusto las vamos a recibir”.
Por su parte, Alejandra Pérez, voluntaria que participó por primera vez de la travesía, reconoció que sintió “un poquito de miedo, pero se puede vencer, todo se puede, las mujeres somos muy guerreras y tenemos mucha fuerza y unidas nos hacemos más fuertes. Es un desafío para mí a esta edad, con 58 años. La lucha es larga, pero es mucho más fácil acompañada“.
Invitó “a que se animen a acompañar, charlando, sacando todo lo que tenemos adentro en cualquier tipo de enfermedad, se puede salir. El espíritu alto, la voluntad y la fuerza hacen posible que sigamos en pie“.
Cerrando, recordó la importancia de los controles de salud. “No nos dejemos estar, jóvenes, adultos, vayamos a hacer siempre todos los controles necesarios. Y a no tener miedo porque cuanto antes iniciamos un tratamiento o cuanto antes podamos acompañar, es mucho mejor“.
ASÍ FUE LA COBERTURA DESDE LA RÍA
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