Desde hace 15 años, la organización Huellas Patagónicas realiza el rescate de cóndores andinos en la Cuenca Carbonífera. El fin de semana pasado, se halló un nuevo ejemplar muerto y ya son 38 los decesos en la zona.


Las armas de fuego, choque con cables de alta tensión, atropellamiento de autos, ataque por perros y envenenamiento son las causas de heridas y/o muertes del ave carroñera.

La Opinión Austral consultó a la Fundación Bioandina Argentina y al respecto, Vanesa Astore, directora Ejecutiva del Programa de Conservación Cóndor Andino, señaló: “Hace más de 30 años que estamos trabajando en la conservación del cóndor. Con Santa Cruz hace muchos años estamos tratando de dar la respuesta más rápida a los cóndores.

Lamentablemente no es algo que sucede sólo en Santa Cruz, se repite a nivel nacional y en el resto de Sudamérica. Las problemáticas fueron aumentando y en el país hemos rescatado más de 300 ejemplares”.

Astore señaló que hoy el principal problema para el cóndor andino, que actualmente está categorizado como especie “amenazada”, es el cebo tóxico. “Antes se usaba la estricnina que era cara y estaba prohibida, entonces no era una casuística muy grande la que vislumbrábamos con el cebo tóxico, pero a partir de 2017 empezamos a ver muertes masivas en todo el país y Sudamérica y con lo que significa un cóndor que es un ave tan longeva, vamos a morir nosotros y ellos no se van a recuperar de estos bombazos”.

La situación que ven en Santa Cruz, se presenta en el resto de Sudamérica

Vale señalar que por la extensión geográfica y por el vuelo del cóndor que es de más de 300 km/h. no existe un censo nacional, pero sí locales.
En cuanto a los cebos señaló que son sustancias que se utilizan para los cultivos “no hay control ni registro de la compra-venta, nadie da una indicación y no hay trazabilidad”, y agregó que “es una sustancia que está prohibida y pone en riesgo todas las formas de vida”.

Añadió que “el cebo no va a dar el resultado que se buscaba” en referencia a que se lo coloca para un predador pero es finalmente un animal carroñero el que resulta envenenado.

Las pérdidas que se están dando en el país son muy difíciles de recuperar, para que un cóndor sea adulto tiene que sobrevivir mínimamente 15 años”, sostuvo.

En este sentido, manifestó que “nos estamos dando cuenta que estamos perdiendo una batalla en la que venimos trabajando hace 30 años. Con Ambiente de Nación y las Direcciones de todas las provincias generamos la Estrategia Nacional contra Cebos Tóxicos (ENCT) y entregamos kits de intervención para que el técnico no muera en la praxis, generamos cursos para mejorar la técnica de toma de muestras y limpiar el ambiente”.

El cebo tóxico y el plomo son las causas más graves de muerte en el cóndor

Indicó además que la otra causa predominante de muerte es el plomo, ya que “el cóndor cuando va a comer el animal muerto, ingiere la balística”.
“Más allá de la ley de trazabilidad y otras, que a nivel político pueden generar un cambio, hay cambios individuales que podemos hacer, por ejemplo si alguien vive de la caza usar balas ecológicas. Tenemos que volver a trabajar de forma amigable con la naturaleza”, cerró.

Leé más notas de La Opinión Zona Norte