El periplo evasor de un homicida terminó en las últimas horas, tras haber pasado por todo el país, esquivando al largo brazo de la Ley.

Se trata del caso de un hombre de apellido Aramayo, oriundo de Córdoba que, desde hace dos años era buscado por la Fiscalía de Instrucción de Distrito Nº 2 de la provincia del corazón del país, tras un hecho que se registró en uno de los barrios de la capital.

De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, el caso se remite al 2020, cuando se registró una pelea callejera donde Aramayo, junto a otros individuos, extrajeron armas de fuego y mataron a un hombre. En esa lluvia de balas, otro quedó muy mal herido pero sigue con vida.

Luego de eso, Aramayo eligió el camino de la clandestinidad. Las fuerzas de seguridad cordobesas lo buscaron por toda la provincia pero ya no se encontraba allí. El homicida había llegado a Salta esquivando el largo brazo de la Ley y se mantuvo en la oscuridad por un largo tiempo.

Aunque parecía que finalmente el homicida nunca iba a ser encontrado, supo que una comisión de la Policía de Córdoba había llegado al norte del país buscándolo. Nuevamente se las ingenió y buscó refugio en el sur de la Argentina: la ciudad elegida fue El Calafate, en Santa Cruz.

Aramayo, a centímetros de pisar la delegación de la fuerza federal. (FOTO: POLICÍA FEDERAL ARGENTINA)

Fuentes investigativas consultadas por este diario indicaron que Aramayo pasaba sus días como changarín en la ciudad de los Hielos Eternos, buscando recomenzar su vida con otro nombre del que no trascendieron más detalles.

El homicida pensaba que, luego de hacer 1500 kilómetros al norte de donde cometió el delito y luego 2500 más hasta llegar al sur del país, no iba a ser descubierto. Lo que no sabía Aramayo es que el personal de la Policía Federal Argentina estaba tras sus pasos.

Si bien la captura se produjo el pasado 25 de febrero, recién tomó estado público en las últimas horas, cuando la Policía Federal obtuvo la aprobación del Poder Judicial para difundir el exhaustivo trabajo realizado para dar con el paradero del homicidio.

El día antes mencionado, una comisión de la Division Unidad Operativa Rio Gallegos de la Policía Federal Argentina llegó a la ciudad de los Hielos Eternos para detener a Aramayo. Éste fue interceptado en la vía pública. Según pudo saber este diario, estaba vestido con un jogging color azul, un buzo del mismo color y tenía puesta una gorra de lana.

Aramayo fue esposado y, a bordo de una camioneta de la fuerza federal, la comisión hizo los 200 kilómetros que separan a la ciudad de El Calafate con Río Gallegos.

El asesino se encuentra alojado en el calabozo de la dependencia local de la Policía Federal, emplazada en la esquina de Pasteur y Fagnano, a la espera de nuevas directivas del Juzgado que caratuló su causa como “homicidio agravado en concurso real con homicidio agravado en grado de tentativa“.

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