Un grupo de investigadores de tres países lograron obtener la primera imagen en tres dimensiones (3D) del Covid-19, lo que puede aportar aún más los estudios sobre el virus SARS-CoV-2.

 

No se trata de una foto, ya que no se puede fotografiar a un virus, ni tampoco de un modelo computarizado, sino que para obtener la imagen se usó la técnica de tomografía crioelectrónica, en el que la muestra congelada se va escaneando desde distintos ángulos usando un microscopio electrónico. Luego, los datos obtenidos se transforman en imágenes tridimensionales usando algoritmos.

 

Esta es la imagen real obtenida del Covid-19.

La tomografía se realizó en la Universidad Tsinghua, en China, y los datos obtenidos fueron segmentados luego por expertos de la Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdalá, en Arabia Saudita. Finalmente, Nanographics, fundada por científicos de la Universidad Técnica de Viena, eliminó el ruido de la imagen original, la renderizó y le asignó propiedades ópticas y colores.

 

En virtud de que un virus es más pequeño que la longitud de onda de la luz visible, resulta ser incoloro. Por eso, los tonos rosas y azules usados en la imagen son “falsos”, y sólo representan mejor la forma y las distintas partes del virus. Lo que sí es real es la forma del virus, algo que tiene mucha importancia para los científicos que buscan formas de combatirlo.

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