Este 7 de septiembre, la Plaza de San Pedro fue escenario de una jornada histórica. El Papa León XIV presidió la canonización de Carlo Acutis, un adolescente italiano fallecido en 2006 a los 15 años, conocido mundialmente como “el influencer de Dios”. Junto a él fue declarado santo Pier Giorgio Frassati, joven laico turinés que murió en 1925 a causa de una leucemia fulminante.
Carlo Acutis falleció en 2006, a los 15 años, a causa de una leucemia. El Vaticano le atribuye dos curaciones milagrosas: la de un niño brasileño enfermo de páncreas y la de una estudiante costarricense gravemente herida en un accidente. Su figura se ha convertido en un símbolo de la fe juvenil, especialmente por haber creado una exposición digital sobre los milagros eucarísticos.
Ante más de 90 mil fieles y peregrinos, en su mayoría jóvenes, el Pontífice destacó que ambos son modelos para las nuevas generaciones: “Los santos Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis son una invitación para todos nosotros, sobre todo para los jóvenes, a no malgastar la vida, sino a orientarla hacia lo alto y hacer de ella una obra maestra”.
El prefecto del Dicasterio de la Causa de los Santos, cardenal Marcelo Semeria, también subrayó que la importancia de los nuevos santos “es que han estado en el mundo, son los santos de la calle”.
Carlo Acutis: el adolescente que llevó la fe a internet
Nacido en Londres en 1991 y criado en Milán, Carlo Acutis se destacó desde niño por su pasión por la informática. Su madre, Antonia Salzano, reconoce que la familia “no era muy practicante”, pero que Carlo mostró desde pequeño una fe profunda. “Era un genio de la computación y desde niño demostró una profunda religiosidad”, declaró en una entrevista.
A los siete años pidió hacer la Primera Comunión y desde entonces asistía a misa a diario, rezaba el Rosario y dedicaba tiempo a la adoración eucarística. En paralelo, utilizó sus conocimientos digitales para crear una exposición virtual sobre los milagros eucarísticos, que aún hoy recorre el mundo.
Por su manera de integrar la fe con el lenguaje y las herramientas de su tiempo, se ganó el apodo de “el influencer de Dios”. El Papa recordó una de sus frases más inspiradoras:
“Cuando nos ponemos frente al sol, nos bronceamos. Cuando nos ponemos ante Jesús en la Eucaristía, nos convertimos en santos”.
La familia de Carlo —sus padres y los hermanos mellizos nacidos tras su muerte— estuvo presente en la ceremonia. Su madre llevó al altar la reliquia del corazón de su hijo y la presentó al Papa, en un gesto cargado de emoción.
Carlo falleció en 2006 a causa de una leucemia fulminante. El Vaticano le atribuye dos milagros: la curación de un niño brasileño con problemas de páncreas y la recuperación de una joven costarricense tras un grave accidente. Beatificado en 2020, ahora es oficialmente el primer santo millennial de la Iglesia.
Pier Giorgio Frassati: el “santo de la caridad”
Junto a Acutis fue canonizado Pier Giorgio Frassati, joven turinés nacido en 1901, hijo de un senador y de una periodista, que dedicó su corta vida a la oración, el estudio y, sobre todo, al servicio de los pobres. Sus amigos lo apodaban la “Empresa de Transportes Frassati” porque solía recorrer las calles con carritos llenos de comida y medicinas para los necesitados.
El Papa lo recordó como un ejemplo de espiritualidad laical: “Para él la fe no fue una devoción privada; impulsado por la fuerza del Evangelio, se comprometió generosamente en la sociedad, se desgastó con ardor al servicio de los pobres”.
Frassati murió en 1925, a los 24 años, de una poliomielitis fulminante. Su alegría, su pasión por la montaña y su lema “Hacia lo alto” lo convirtieron en un referente para los jóvenes católicos del siglo XX.
Una fiesta de fe en el Vaticano
La canonización fue celebrada como una auténtica fiesta. Miles de jóvenes peregrinos viajaron desde Asís y de otros países para participar en la ceremonia, que se transmitió en pantallas gigantes dentro y fuera de Roma. La madre de Carlo, Antonia Salzano, presentó al Papa la reliquia del corazón de su hijo, en un gesto profundamente emotivo.
Al concluir la misa, el Papa recorrió la Plaza de San Pedro y la Via della Conciliazione en el papamóvil, ovacionado por una multitud entusiasta. “Hoy es una hermosa celebración para toda Italia, para toda la Iglesia, para el mundo entero”, expresó al inicio del rito.
Carlo Acutis fue sepultado en Asís, donde se conserva su cuerpo en exposición. Su ejemplo de fe sencilla y moderna lo convirtió en un modelo de santidad cercano para los jóvenes, reafirmado hoy con el reconocimiento oficial de la Iglesia.
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